Hace poco recibimos con gusto la noticia de que la población de tigres en India va en aumento; y ahora, Kenia también tiene razones para celebrar. El parque nacional de Amboseli de Kenia reportó que la población de elefantes está experimentando un baby boom. Esta es una gran noticia, ya que el país ha endurecido sus leyes contra la caza furtiva y se preocupa por garantizar la seguridad de sus elefantes.
En los últimos 30 años, la población de elefantes en Kenia ha prosperado. De hecho, la cantidad de elefantes se ha duplicado, pasando de 16,000 elefantes en 1989 a 34,800 elefantes en 2019. Esos números seguirán creciendo gracias al aumento de nacimientos de elefantes. El Fondo Amboseli para Elefantes, una organización sin fines de lucro que lucha por la conservación y el bienestar de los elefantes, afirma que han nacido más de 170 crías en el parque este año. Incluso se registró el nacimiento de un par de gemelos—algo muy inusual.
Dado que los elefantes tienen un periodo de gestación de dos años, es mejor mirar hacia el 2018 para comparar el crecimiento poblacional. Ese año nacieron 113 crías, lo que hace que los números de este año sean extraordinarios. Pero, ¿cuál es la causa de esta explosión demográfica? El mayor factor es el medio ambiente. En los últimos dos años, las lluvias torrenciales han puesto fin a la sequía que había hecho difícil la vida de estos increíbles animales. Aunque estas lluvias también han causado inundaciones y varias personas han perdido la vida, el agua también ha regenerado la vegetación. Esto significa que menos elefantes han perecido debido al hambre y la deshidratación.
Pero no solo el clima está favoreciendo a los elefantes. El gobierno de Kenia también ha hecho un esfuerzo concertado para detener la caza furtiva. “En los últimos dos años hemos logrado domar la caza furtiva en este país”, dijo el secretario del gabinete de Turismo y Vida Silvestre, Najib Balala, a los periodistas durante un evento del Día Mundial del Elefante que se celebró en el parque.
En 2019, se hicieron ajustes a las leyes sobre la vida silvestre de Kenya que incluían multas más severas y más tiempo de prisión para los cazadores furtivos. Como resultado, el número de elefantes cazados furtivamente pasó de 80 en 2018 a 34 en 2019. Y ahora mismo, en 2020, ese número se ha reducido a siete.
Aunque todo esto es una buena noticia, los conservacionistas siguen trabajando para abordar otro problema importante que enfrentan los elefantes: el conflicto con los humanos. A medida que la población se expande y las tierras históricamente pertenecientes a los elefantes pasan a ser de uso humano, los conflictos se vuelven más comunes. De hecho, los elefantes que invaden las granjas y matan al ganado—lo que luego desencadena represalias—se están convirtiendo en un problema cada vez mayor.
Sin embargo, si observamos el éxito de Kenya, se mantiene viva la esperanza—en particular si comparamos al país con el resto de África, que experimentó una disminución general del 33% de la población de elefantes entre 2007 y 2014. La combinación de buena suerte de Kenya con la legislación sobre el medio ambiente y la lucha contra la caza furtiva es ciertamente algo que debería alegrar a todo el mundo. “En general, en Kenia los esfuerzos contra la caza furtiva son una prioridad y los elefantes están más seguros, lo que significa que mueren [menos] que en otras partes de África”, dice Tal Manor, gerente de proyectos del Fondo Amboseli para Elefantes. “Y la población de elefantes de Kenya está aumentando lentamente”.
h/t: [NPR]
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