El 23 de septiembre de 2019 se llevó a cabo la Cumbre contra el Cambio Climático de las Naciones Unidas en su sede en Nueva York. El evento reunió a docenas de líderes y legisladores mundiales con el propósito de discutir soluciones para frenar el cambio climático, que fueron reforzadas por oradores invitados como el presidente francés Emmanuel Macron y la canciller alemana Angela Merkel. Sin embargo, no fueron las palabras de estos políticos las que más resonaron entre los espectadores, sino el poderoso discurso de la activista de 16 años Greta Thunberg.
“Mi mensaje es que los estaremos vigilando”, empezó diciendo Thunberg. “Esto está todo mal”, continúa, “yo no debería estar aquí. Yo debería estar en la escuela al otro lado del océano. Y aún así, ustedes vienen a nosotros los jóvenes en busca de esperanza. ¿Cómo se atreven?” Thunberg acusa a los líderes mundiales no sólo de ignorar las advertencias que se llevan haciendo desde hace décadas, sino de priorizar el dinero sobre el bienestar—e incluso la existencia—de las generaciones futuras.
“Se han robado mis sueños y mi infancia con sus palabras vacías. Sin embargo, yo estoy entre los afortunados”, dice Thunberg, con lágrimas en los ojos. “La gente está sufriendo. La gente está muriendo. Ecosistemas enteros están colapsando. Estamos en el comienzo de una una extinción masiva y de lo único que pueden hablar es de dinero y de fantasías de crecimiento económico eterno. ¿Cómo se atreven?”
Entre aplausos y vitoreos, el discurso de Thunberg duró unos cuatro minutos. La joven pasó la mayor parte de su tiempo en el escenario condenando la “idea popular de reducir nuestras emisiones a la mitad en 10 años”. En su discurso, Thunberg señaló que este objetivo común carece de detalles y es poco realista desde un punto de vista fiscal, lo que lo convierte en una solución inadecuada a la cada vez más urgente crisis climática.
Thunberg termina su petición con una advertencia: “No los dejaremos salirse con la suya. Aquí y ahora es donde trazamos la línea. El mundo está despertando y el cambio está por llegar, les guste o no”.
Lo del “aquí y ahora” no era una exageración; poco después de su discurso, Thunberg y otros 15 jóvenes presentaron una queja ante las Naciones Unidas alegando que cinco de las principales economías del mundo —Argentina, Brasil, Francia, Alemania y Turquía—han cometido violaciones de los derechos humanos al no haber tomado las medidas adecuadas para detener el cambio climático.
Mientras ella y los otros jóvenes activistas entregaban la petición, Thunberg repitió una idea fundamental de su discurso. “El mensaje que queremos dar es que ya hemos tenido suficiente”.
Mira el apasionado discurso de Greta Thunberg en la Cumbre contra el Cambio Climático de la ONU a continuación.
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