La artista textil Janet Echelman ha vuelto a transformar un espacio urbano con una de sus instalaciones monumentales. La instalación de la artista estadounidense, titulada Earthtime 1.26, se extendió por encima de la histórica Odeonsplatz de Múnich. Presentada por Mercedes Benz, estuvo suspendida sobre la plaza durante casi dos meses. Con un peso de 320 kilos, la red cubría una superficie de casi 325 metros cuadrados y cambiaba constantemente de color y forma.
La obra forma parte de la serie Earthtime de Echelman, cuyo objetivo es mostrar la interconexión entre los seres humanos y la naturaleza. La red en sí incluye más de 360,000 nudos y se modeló a partir de datos científicos. En concreto, la forma hace referencia a un terremoto ocurrido en 2010 en Chile y a la forma de la superficie del océano tras este incidente. El 1.26 del título de la instalación se refiere a que este incidente aceleró la rotación de la Tierra y acortó el día por 1.26 microsegundos.
Mientras se movía con el viento y era azotada por los elementos, la red cambiaba continuamente su forma. Siempre flexible pero nunca frágil, la instalación se convirtió en una metáfora de cómo los seres humanos reaccionan ante fuerzas que escapan a su control. Contemplar la red era una experiencia hipnótica, si no meditativa, que invitaba al espectador a salir de su rutina diaria y llenarse de arte.
“Mis obras reflejan la interconexión de los opuestos: la flexibilidad con la fuerza, la tierra con el cielo, las cosas que podemos controlar con las fuerzas mayores fuera de nuestro control”, explica Echelman. “Invito a los espectadores a detenerse bajo mi escultura por un momento para contemplar nuestra interconexión con los demás y con nuestro planeta, y a tomar conciencia de nuestra propia experiencia sensorial”.
La obra, que se expuso como parte de la aparición de Mercedes-Benz en la IAA MOBILITY 2021, se transformaba completamente del día a la noche. Cuando la oscuridad caía sobre la plaza, una multitud de luces LED multicolores volvían a cambiar la forma flotante. Pasando por diferentes tonos de rosa, púrpura y azul, las luces giratorias resaltaban diferentes áreas de la instalación monumental y proporcionaron nuevas formas de experimentar la obra de arte.