La artista Marianne Eriksen-Scott Hansen crea “alta costura de papel” al producir enormes flores hechas con papel tisú. Las delgadas láminas de color son apiladas y recortadas para formar pétalos y hojas que, aunque son objetos sólidos, tienen una cierta calidad etérea. Es como si fueran hechas para decorar un paisaje onírico en tonos pastel.
La experimentación es un elemento central de las creaciones en papel de Hansen. “Rara vez me he dejado dictar por la tradición o la convención en mi trabajo con el papel (o cualquier otro material)”, dice a My Modern Met. “Trabajo de forma artística e intuitiva pero con la base de una experiencia artesanal muy amplia y de toda la vida.” Su conocimiento de las técnicas de construcción, por ejemplo, le permite reinterpretar un material mientras desarrolla nuevos enfoques para su utilización. “Todo está en las manos, por así decirlo. Quiero entrar en un diálogo con el material. Abrirme camino en él. Explorar en lugar de ‘meramente' reelaborar e investigar. Ver hasta dónde se puede llegar con el papel”.
Al crear su propia versión de las flores, Hansen reconoce cómo su proceso imita a la naturaleza misma. “Numerosas pequeñas partes individuales que forman un todo, desde la célula hasta llegar al organismo”, dice, “de lo micro a lo macro. Contrastes, simetría, armonía. En mis manos, el papel es regresa al material orgánico del que se origina. Se le da tactilidad y textura para lucir como la madera, las partes de las plantas, el papiro. Trato el papel con firmeza como si fuera cuerda, corteza, ramas. O con delicadeza, como hierba seca o pétalos porosos”.