El artista japonés Motoi Yamamoto es conocido por sus impresionantes obras de arte en las que utiliza sal para esculpir patrones laberínticos. Atraído por las hermosas cualidades translúcidas de esta sustancia cristalina, Yamamoto utiliza el mineral una y otra vez para construir sus instalaciones efímeras, que son monumentales pero también bastante inestables debido a la fragilidad del medio. Para su instalación más reciente, titulada A Path of Memories (“Un camino de recuerdos”), Yamamoto transformó los pasillos de una guardería japonesa utilizando casi siete toneladas de sal.
Expuesto del 4 de septiembre al 5 de noviembre de 2021 como parte de la Trienal Oku-Notu 2020+, el proyecto a gran escala de Yamamoto tardó varios meses en completarse. Con la ayuda de muchos voluntarios, el artista pintó las paredes, el suelo y el techo del edificio (que de alguna forma sirvió como lienzo tridimensional) de un azul cielo intenso y cubrió ese fondo con un intrincado laberinto de líneas blancas retorcidas. Para el artista, este proceso fue el más difícil, ya que requirió de mucha paciencia y cuidado para ejecutar los elaborados detalles con precisión.
“He hecho muchas obras durante un largo periodo de tiempo”, dice Yamamoto a My Modern Met. “Es como escalar una montaña, y es un proceso habitual para mí. Sin embargo, esta vez la montaña era tan alta que sentí una gran sensación de logro… Me di cuenta después de empezar a pintar que requeriría mucha más paciencia y técnicas avanzadas de lo que había previsto. Siento un nuevo respeto por la grandeza de Miguel Ángel al haberse enfrentado a la pintura del techo de la inmensa capilla”.
Retorciéndose como lianas de hiedra que serpentean por las paredes, estas líneas pintadas guían al espectador hasta el final de un largo pasillo. Allí se encuentra una puerta que da acceso a un magnífico jardín de sal donde una gran escalera se eleva hacia el cielo. La sal que cubre el suelo está dispuesta en patrones ordenados que recuerdan a la arena rastrillada de un apacible jardín zen. Con esta transformación, los pasillos vacíos de la antigua guardería se han convertido en un sitio lleno de nueva vida y experiencias.
“Esta obra es un gran intento de contener recuerdos”, explica el artista. “Quería crear una máquina del tiempo que permitiera a los visitantes recordar la risa y la calidez de los ojos que una vez llenaron este lugar”.
Desplázate hacia abajo para ver imágenes de la impresionante instalación de sal de Yamamoto. Si quieres ver más del trabajo del artista, visita su sitio web o síguelo en Instagram.