
Día 12: La tensión ya se empieza a sentir.
La pandemia ha reunido a personas que, no queriendo estar solas, han elegido vivir juntas en cuarentena. Aquellos que no han vivido juntos en décadas se han visto repentinamente obligados a estar en un estado de convivencia permanente. El fotógrafo Neil Kramer es una persona que ha experimentado este fenómeno desde la comodidad de su pequeño apartamento de dos dormitorios y un baño en Queens, Nueva York. Durante casi un año, su exesposa y su madre han estado viviendo con él, para bien o para mal. Para hacer una crónica de este extraño momento en su vida, Kramer ha estado tomando fotos que son recreaciones humorísticas de cosas reales que les han sucedido en una serie llamada Quarantine in Queens (“Cuarentena en Queens). Cualquiera que sienta que ha estado encerrado por mucho tiempo con sus seres queridos podrá identificarse con las graciosas imágenes.
Pero ¿cómo acabaron viviendo todos juntos? Fue el destino, más o menos. La mamá de Kramer siempre pasa el invierno en Florida, pero tuvo que cancelar sus planes y le había preguntado si podía quedarse con él. Al mismo tiempo, el departamento de su exesposa (que vivía en California) quedó destruido por goteras en el techo, por lo que también le había pedido a Kramer que la hospedara. Unas cuantas semanas terminaron por convertirse en un año.
“Antes de la pandemia, yo fotografiaba principalmente en la calle, pero cuando me encontré en casa con mi madre y mi exmujer, sentí la necesidad de documentarlo”, explica Kramer a My Modern Met. “Al principio quería fotografiar nuestra experiencia de manera periodística, pero estábamos tan ocupados haciendo cosas como limpiar nuestras compras con Lysol que no estaba funcionando, así que decidí que tomaríamos nuestras experiencias reales y las recrearíamos al día siguiente en una foto. La mayoría de ellas resultaron ser bastante divertidas, lo que creo que fue un mecanismo de supervivencia. Las fotografías se convirtieron en una forma de procesar nuestra ansiedad, casi como una autoterapia”.

Día 26: Un amigo de Facebook me recomendó tomar un baño de burbujas como una forma de relajarme durante la cuarentena en mi apartamento de un solo baño en Queens. Creo que el plan no funcionó.
El día a día puede parecer monótono, pero la serie de Kramer ha demostrado ser una buena manera de romper con el aburrimiento. Sin embargo, la convivencia no ha estado exenta de desafíos. “Al principio, mi madre y mi exmujer estaban felices de participar, conociendo mi extraña personalidad artística. Pero a medida que el proyecto despegó en Instagram, ambas se volvieron un poco más inseguras. Discutimos mucho sobre si debíamos mostrarnos como nos veíamos durante una pandemia, lo cual no suele ser nuestra mejor versión, o si debíamos peinarnos”.
Las dos mujeres resultaron ser grandes colaboradoras. “Realmente le debo este proyecto a mi madre y a Sophia, quienes estuvieron felices de cooperar, aunque a veces tenía que sobornarlas con donas o prometerles lavar los platos durante una semana. Acepté la colaboración como nunca antes. Mirábamos las fotos de cada sesión juntos, y ellas tenían una opinión sobre lo que se publicaría o no”.
Vivir en un pequeño apartamento de la ciudad de Nueva York implica varios desafíos logísticos a la hora de tomar fotografías. El espacio es oscuro, por lo que Kramer tiene que usar flashes y un lente gran angular para que todo el mundo entre en el marco. Y luego está el asunto de tomar la foto. “A veces, el detrás de las escenas era más dramático que los resultados reales”, comparte. “En una de las fotos más populares aparezco en una bañera mientras mi madre y mi exesposa me interrumpían. Ahora nos reímos de que se haya convertido en una foto popular porque tomarla fue la peor experiencia. Estábamos atrapados en un baño diminuto junto con un trípode delante de nosotros, un soporte de luz en la esquina, la computadora colocada precariamente en el inodoro, y con mi madre asustada de que la luz cayera en la bañera llena de agua y nos electrocutara. Hicimos tal vez cuatro tomas y luego nos dimos por vencidos”.
El arte está imitando a la vida, y las fotografías más recientes de Kramer reflejan la fatiga que todos sentimos frente al COVID-19. “Después de 10 meses, hemos notado que muchas de las fotos han tomado un tono más serio”, comparte. “Como todos, estamos agotados por la pandemia. Continuaremos hasta que todos tengamos la vacuna, y entonces decidiremos cuál el siguiente paso”.
El fotógrafo Neil Kramer hace una crónica humorística de la cuarentena junto a su madre y su exesposa en su serie Quarantine in Queens.

Día 18: Cercanía familiar inesperada. Todos nos veíamos muy mal, así que decidimos ayudarnos a vernos presentables en caso de que tengamos que hacer una llamada de FaceTime con alguien.

Día 22: Familia que se automedica, se mantiene unida.

Día 55: 5 de mayo. ¿Necesitas un corte de cabello? El Salón de Cuarentena ya está abierto. Solo con cita previa.

Día 61: “Necesitamos hacer ejercicio”, dije. “Necesitamos movernos. Necesitamos bailar por nuestra salud mental”. Puse una estación de radio de disco en Pandora. Estaban tocando “Stayin’ Alive” de ‘Saturday Night Fever'.

Día 70: Le dijimos a mi madre que si sale sola, tiene que usar una mascarillaa, guantes y gafas para proteger sus ojos. “¿Por qué no me envuelves en la cortina de la ducha?” preguntó mi madre, sarcásticamente.

Día 85: Mamá estaba deprimida por no poder ir al Blue Bay Diner debido a su estatus de alto riesgo. ¡Así que Sophia decidió crear un restaurante en nuestro balcón!

Día 130: Ayer, me inscribí en una sesión de terapia por mensaje texto que ofrece la ciudad de Nueva York de manera gratuita. No estoy seguro de cuánto me ayudó, pero fue agradable charlar con un extraño anónimo. Hoy he probado un nuevo enfoque. “¿Hay alguien que me conozca mejor que mi propia familia? ¿Por qué no hablar con ellos como mis terapeutas y no como un extraño?”.

Día 133: Cuando vimos que el letrero de nuestro cine local prometía que “abrirán pronto”, nos formamos para ser los primeros en la fila. Y aquí estamos, esperando…

Día 150: Después de recibir críticas positivas de mis piernas en una foto que publiqué en las redes sociales, decidí que era hora de mejorar la parte superior de mi cuerpo. Pero por más que traté de llamar la atención de las mujeres de la casa, estaban más interesadas en ver Outlander en la televisión.

Día 173: Labor Day 2020. La familia. Solos pero juntos.

Día 177: Estamos en el parque de Queens, con los pies de Sophia sobre mis hombros, mi madre rondando detrás; solo el guante azul de mi madre nos recuerda el peligro que aún nos rodea.

Día 231: La mañana después del día de las elecciones. Sophia y yo estuvimos despiertos toda la noche, aunque vimos los resultados de las elecciones desde habitaciones separadas porque nos poníamos muy ansiosos.

Día 239: 12 de noviembre. Las conferencias de Zoom son convenientes, ya que solo tienes que vestirte por encima de la cintura. Aquí está Sophia arrastrándose por el suelo, bajo el radar de la webcam, para darme un sándwich de almuerzo.

Día 253: Día de Gracias, 2020. Sophia tuvo una idea. Podríamos comprar algunos globos de animales grandes en el Amazon y luego desfilar alrededor de nuestra sala, ¡haciendo nuestro propio evento especial del Día de Acción de Gracias!
Neil Kramer: Sitio web | Instagram | Facebook
My Modern Met obtuvo permiso de Neil Kramer para reproducir estas imágenes.
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