Pareja despide a su perro con un banco de nieve, su favorito

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A post shared by Marianna Wilson (@marianna_n_wilson)

Decirle adiós a una mascota nunca es fácil, pero darle una despedida especial puede ayudar a aliviar el dolor. Por eso, Elijah Saltzgaber y Marianna Wilson, una pareja de Utah, quisieron darle a su cruce de san bernardo y terranova, Maggie Bear, algunas de sus cosas favoritas antes de que muriera. A la querida perra le diagnosticaron cáncer en julio de 2021, pero la pareja se aseguró de que pudiera jugar en la nieve por última vez, algo que siempre la hacía feliz.

Durante los últimos 10 años, Maggie había acompañado a Saltzgaber y Wilson en sus aventuras al aire libre. Cuando por fin llegó el momento de decir adiós, la familia planeó una última acampada. La perra amante de la naturaleza disfruto unos días de nadar, hacer senderismo, recibir apapachos y comer sus comidas favoritas. Aunque Maggie volvió “cansada pero feliz”, no pudo hacer una de sus actividades favoritas en el viaje: jugar en la nieve.

Como era septiembre, la nieve era difícil de conseguir, así que Saltzgaber y Wilson empezaron a pensar en cómo podían crear su propio banco de nieve improvisado en su casa de Salt Lake City. Saltzgaber hizo una petición en Facebook, preguntando si alguien tenía una máquina trituradora de hielo que la pareja pudiera tomar prestada. Cuando el Centro de Hielo del Condado de Salt Lake se enteró de la idea de la pareja, se ofreció amablemente a donar varios cubos de hielo triturado de su pista de hielo. Saltzgaber condujo hasta el Centro de Hielo y llenó su furgoneta hasta el tope. “Cuando llegó el lunes por la mañana y abrimos las puertas de la furgoneta, no puedo explicar lo abrumador y emotivo que fue”, revela Wilson. “Me eché a llorar, él lloraba, mi madre lloraba y Maggie nos veía con cara de: ‘¿Qué pasa, chicos?'”. La pareja creó un montículo de hielo en su patio y le colocó un cartel que decía “nieve de Maggie”.

En un emotivo video publicado en Facebook, Maggie aparece comiendo hielo y jugando con su pelota mientras disfruta de la sensación de la nieve entre sus patas. “Nos despedimos de nuestra dulce Maggie Bear esta mañana”, escribieron sus padres humanos. “Estamos devastados y ya sentimos el enorme vacío de su ausencia. A pesar de lo difícil que fue la decisión de acabar con su sufrimiento, nos reconforta saber que se fue con gracia y dignidad. Era importante para nosotros despedirnos de una manera tranquila y pacífica”. Y añadieron: “Cualquiera que haya pasado por esto sabe que a menudo puede ser urgente, aterrador y estresante tanto para tu amada [mascota] como para ti mismo”.

Saltzgaber y Wilson también admitieron que su último fin de semana con Maggie fue “increíblemente agridulce”. Escribieron: “Ver sus grandes ojos marrones asimilar todos los estímulos de la naturaleza nos hizo dudar de nuestra decisión. ¿Podríamos esperar otra semana? ¿Otro mes? Al final, todas nuestras negociaciones y dudas nos llevaron de nuevo a nuestro deseo de liberarla del dolor del cáncer”.

Maggie estaba tan contenta en la nieve que incluso se echó una siesta de 20 minutos encima de su banco de nieve personal. Poco después llegó un veterinario de Lap of Love, y Maggie por fin pudo descansar en paz. En sus últimos momentos, estuvo rodeada de su familia y de la blanca y esponjosa nieve, sabiendo lo mucho que la querían.