9 Datos sobre ‘Las señoritas de Avignon’, la revolucionaria pintura de Pablo Picasso

Las señoritas de Avignon de Pablo Picasso

Pablo Picasso, “Les Demoiselles d'Avignon,” 1907 (Foto: MoMA vía Wikimedia Commons uso justo)
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A lo largo de la historia del arte, ciertas piezas han llegado a definir movimientos enteros. La Mona Lisa, por ejemplo, es el rostro del Renacimiento italiano. La noche estrellada es el máximo símbolo del postimpresionismo. Y Las señoritas de Avignon, una pintura del maestro modernista Pablo Picasso, define al cubismo.

Hoy en día, esta pintura de Picasso es considerada su obra de arte más prolífica—en cuanto a sus aventuras en el cubismo y más allá. Aquí te presentamos algunos datos interesantes sobre esta pieza que ilustran por qué ocupa un lugar tan importante en el arte moderno.

Echa un vistazo a estos datos sobre Las señoritas de Avignon, la revolucionaria pintura de Pablo Picasso.

 

El título original de la pintura era Le Bordel d'Avignon (El burdel de Avignon).

Pablo Picasso completó Les Demoiselles d'Avignon en 1907. En ese entonces, el artista dividía su tiempo entre el ambiente bohemio de París y varios sitios en España, incluyendo Barcelona, donde está ambientada esta pintura. Específicamente, el cuadro muestra a cinco prostitutas desnudas de un burdel en Carrer d'Avinyó, o Calle de Avignon, en el Barrio Gótico de la ciudad.

Originalmente, Picasso nombró la pintura Le Bordel d'Avignon (que se traduce como El burdel de Avignon). Sin embargo, su nombre fue modificado durante una exhibición organizada por el crítico de arte y escritor francés André Salmon en 1916. En la muestra, Salmon se refirió a la pintura con su nombre actual para no revelar el escandaloso tema de la obra al público. El nuevo nombre se mantuvo, aunque se dice que Picasso no estuvo de acuerdo con el cambio.

 

Requirió cientos de bocetos preliminares. 

Seis meses antes de pintar la pieza, Picasso comenzó a producir cientos de bocetos preparatorios. Mientras que la pintura final fue hecha al óleo, muchos de estos estudios se completaron en diversos medios, incluyendo lápiz y acuarela.

Los estudios para Las señoritas de Avignon muestran la evolución del concepto y los cambios que el artista realizó durante el proceso de planificación. Entre las alteraciones más evidentes se encuentran el número de figuras (algunos bocetos incluyen 7 figuras, una de las cuales es un hombre vestido) y sus posiciones—aunque parece ser que Picasso tomó la decisión de incluir una figura en cuclillas desde el principio.

Cinco desnudos (Estudio para Las señoritas de Avignon)

Pablo Picasso, “Cinco desnudos” (Estudio para “Las señoritas de Avignon”), 1907

 

Las figuras están representadas en diferentes estilos.

Mientras que las figuras son estéticamente similares en los primeros bocetos, la pintura final combina varios estilos diferentes. La mujer situada en la esquina superior derecha, por ejemplo, se compone de formas angulares y geométricas y posee un sombreado inusual; la figura agachada parece ser retratada desde dos perspectivas diferentes y tiene un rostro parecido a una máscara; y, finalmente, las tres mujeres de la izquierda muestran rasgos estilizados pero reconocibles, más en línea con las pinturas anteriores de Picasso.

¿Por qué el artista optó por usar tantos estilos diferentes? Aunque no hay una razón clara, los historiadores de arte creen que Picasso simplemente estaba haciendo una transición entre estilos y que este cambio puede haberse manifestado en su obra.

 

Picasso no la compartió con el público por años.

Si bien fue terminada en el verano de 1907, Picasso mantuvo Las señoritas de Avignonque mide 2.4 metros de alto y 2.3 de ancho—guardada en su estudio de Montmartre hasta 1916. Durante este tiempo, sólo un selecto número de personas fueron invitadas a ver el cuadro, incluyendo el círculo de amigos cercanos del artista, formado por otros artistas de vanguardia y marchantes de arte. La respuesta fue variada.

“La mayoría de los amigos de Picasso quedaron desconcertados cuando, en 1907, les permitió echar un vistazo a Las señoritas de Avignon en su estudio”, escribe John Peter en Vladimir’s Carrot: Modern Drama and the Modern Imagination. “Incluso Braque estaba preocupado y horrorizado: le dijo a Picasso que mirar el cuadro era como beber gasolina o comer una cuerda vieja”.

 

Matisse lo odiaba.

Aunque sorprendidos por la obra, la mayoría de los amigos de Picasso siguieron apoyándoloexcepto su colega Henri Matisse. A lo largo años se había formado una rivalidad entre ellos, ya que ambos buscaban ser la figura principal del arte moderno. “Sin embargo, tras el impacto de Las señoritas de Avignon“, explicó el crítico Hilton Kramer en un ensayo, Reflexiones sobre Matisse, “nunca más se confundió a Matisse con un artista de vanguardia”.

Preocupado por esta eventualidad, Matisse criticó fuertemente la pintura, ya que, según él, socavaba y se burlaba del arte moderno con su controvertido tema y perspectiva burda. Sin embargo, muchos historiadores de arte creen que Matisse pareció emular el cuadro un año después con Bañistas con tortuga.

Bañistas con tortuga de Henri Matisse

Henri Matisse, “Bañistas con tortuga”, 1908 (Foto: Museo de Arte de Saint Louis vía Wikimedia Commons dominio público)

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Sofía Vargas

Sofía Vargas es redactora en español para My Modern Met. Originaria de la Ciudad de México, es licenciada en Lenguas Modernas y tiene un Máster en Gestión Cultural por la Universidad Carlos III de Madrid. A lo largo de su carrera ha trabajado para varias instituciones culturales y ferias de arte en México. Además de escribir, Sofía dedica su tiempo a explorar otras prácticas artísticas, como la cerámica y la ilustración.
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