En los más de 30 años que han transcurrido desde el desastre nuclear de Chernobil, este sitio ha atravesado un proceso lento y continuo de renacimiento. Después de la evacuación de la zona, algo sorprendente ocurrió: Chérnobil se convirtió en un refugio para todo tipo de animales. A lo largo de la Zona de Exclusión –que abarca un radio de 30 kilómetros alrededor de la central eléctrica– la naturaleza ha comenzado a apoderarse de lo que los humanos destruyeron.
En 1986, antes del accidente de Chérnobil, unas 120,000 personas vivían en las ciudades circundantes de Chérnobil y Pripyat. Ahora, a excepción de unos pocos cientos de holdouts que se niegan a irse, en el área que rodea a la antigua central eléctrica reina una inquietante tranquilidad. Aunque el desastre desató niveles de radiación 400 veces superiores al de la bomba de Hiroshima, la flora y la fauna han comenzado a prosperar con el paso del tiempo. En 2015, investigadores del Reino Unido publicaron un informe que señalaba que probablemente ahora había más animales en esta zona que previo al desastre.
De hecho, hay alces, venados, zorros, lobos y muchas más especies en esta área, ya que la ausencia humana se ha traducido en un hábitat próspero para estas especies. Dentro de la Zona de Exclusión se encontraron especies raras como el caballo de Przewalski y el lince europeo, que se creía que habían desaparecido de la zona. Curiosamente, este aumento en los mamíferos contrasta con tendencia general en partes de la antigua Unión Soviética, donde las poblaciones de mamíferos están disminuyendo.
Si bien el turismo en Chérnobil no es algo nuevo, los visitantes que quieran conocer a profundidad la naturaleza de la zona estarán encantados de saber que ahora se ofrecen tours ecológicos. APB-Birdlife Belarus, que es la organización privada de conservación más grande del vecino Bielorrusia, ahora ofrece experiencias guiadas. Los visitantes conocerán la reserva radioecológica –un “santuario accidental de vida silvestre”– del estado de Palieski, el lado bielorruso de la Zona de Exclusión de Chérnobil.
Lo que hace que esta área sea tan única es que, a diferencia de otras zonas de Chérnobil, este lugar fue abierto recientemente: las visitas comenzaron en diciembre de 2018. Hoy en día, la reserva alberga el 70% de las especies de aves de este país, así como muchos lobos, jabalíes y osos. “Imagina pueblos vacíos, ‘tragados' por la vegetación y ocupados por nuevos residentes silvestres, abundantes bosques, pastizales exuberantes, innumerables especies florecientes y la oportunidad de encontrar ciervos o lobos en tu camino”, escribe la organización.
Como beneficio adicional, la organización reinvierte todas las ganancias en la conservación de la vida silvestre de la zona. Así estarás tranquilo sabiendo que no solo tendrás una experiencia única; también estarás ayudando a la naturaleza.
Una organización de conservación ambiental en Bielorrusia ofrece recorridos por el próspero ecosistema de Chernóbil.
APB-Birdlife Belarus: Sitio web | Facebook
h/t: [TreeHugger]
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