Dibujar puede traerte mucha alegría. Sin importar si eres un artista experimentado o si apenas estás comenzando, ponerte a dibujar es bueno para tu alma creativa. Las ideas pueden venir de todos lados, pero es bastante común encontrar inspiración en las cosas que vemos todos los días. Con los gatos reinando en Internet—y, a decir verdad, en nuestros corazones—es natural querer retratar a nuestros amigos peludos.
Pero, ¿cómo dibujar un gato? Hay muchas maneras de retratar a un felino, y todo depende de tu estilo artístico. ¿Te gusta hacer dibujos realistas, o prefieres crear ilustraciones estilizadas?
Si bien los gatos pueden dibujarse de varias formas diferentes, aquí tienes información básica que necesitarás sin importar cómo será tu ilustración final.
Antes de empezar a dibujar gatos, primero hay que aprender sobre su estructura anatómica.
Este es un buen ejercicio sin importar el estilo en el que vayas a dibujar. Saber qué es lo que está pasando debajo de la piel de un ser vivo, ya sean humanos, animales o insectos, te ayudará a entender por qué lucen así y cómo son sus movimientos. También comprenderás cómo cambian de lugar sus huesos y músculos cuando se mueven. ¿Lo mejor de todo? Estos conocimientos se verán reflejados en tu arte de forma sutil pero importante: las formas se verán naturales y será tan realista que parecerá que la ilustración se sale de la página. Aún si planeas darle un giro estilizado a tu dibujo, saber sobre anatomía evitará que tu trabajo parezca demasiado simple o se vea torcido.
Esta es la estructura ósea de un gato con una disección de sus huesos y articulaciones.
Tranquilo—nos vas a tener que memorizar la forma de los huesos del gato. Solo necesitamos saber qué tan largos son y cómo se mueven juntos. Pon especial atención a la posición de sus articulaciones: ahí es donde, en los dibujos, se doblarán sus patas y torso. Una vez que tengas esto en mente, podrás representar a los gatos en varias poses.
