Imagina un fenómeno meteorológico tan desastroso que acabara con el 75% de todas las especies de la Tierra—incluyendo a los dinosaurios. Puede sonar a algo sacado de una película de ciencia ficción, pero este evento en realidad sucedió hace 66 millones de años, poniendo fin al periodo Cretácico. Se cree que un asteroide o cometa, conocido como Chicxulub, se impactó en la Tierra en la actual península de Yucatán. El suceso causó estragos en la biodiversidad del planeta, aunque seguimos sin saber cómo se desarrollaron exactamente los acontecimientos. Ahora, un nuevo descubrimiento en Dakota del Norte revela el misterio de las primeras especies en sentir el impacto de este devastador evento.
Un equipo de geólogos y paleontólogos ha descubierto una masa de fósiles que contienen peces y otras especies. Cuando el asteroide golpeó, habrían estado localizados en el Mar Interior Occidental, un cuerpo de agua poco profundo que en ese entonces se extendía a lo largo de Norteamérica. Una hora después del evento, el impacto del asteroide desencadenó unas gigantescas olas estacionarias llamadas seiches, que empujaron a los animales hasta Dakota del Norte. Situada cerca de Bowman, los geólogos se refieren a la zona como Tanis, que era la desembocadura de un río de agua dulce. Los fósiles fueron descubiertos por Robert DePalma, estudiante de doctorado de la Universidad de Kansas, y está por publicar un estudio sobre sus hallazgos en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos.
Lo que hace que el descubrimiento sea tan importante es que, hasta ahora, había sido difícil saber qué fue lo que sucedió exactamente durante este evento. Al descubrir gotas de vidrio en aproximadamente la mitad de las branquias del pez—algo característico de los impactos de asteroides—DePalma da más evidencia para impulsar la teoría del asteroide. El alto nivel de iridio hallado en el material que cubre el bloque de fósiles también es importante, ya que el iridio fue la primera sustancia que dio a los científicos una pista sobre el asteroide Chicxulub.
Los fósiles se encuentran en excelente estado, ya que parece que los carroñeros no tuvieron la oportunidad de alimentarse de los animales. Esto se debe probablemente a la lluvia de materiales que cayeron sobre el planeta en las horas posteriores al impacto del asteroide. Este sedimento se habría asentado por enormes olas de agua que se alternaban con lluvias posteriores de roca y ceniza.
“La sedimentación fue tan rápida que todo fue preservado de manera tridimensional–no están aplastados”, explica el coautor de la investigación, David Burnham. “Es como una avalancha líquida que después se endurece, como el hormigón. Murieron repentinamente a causa de la violencia del agua. Tenemos un pez que chocó contra un árbol y se partió por la mitad”.
Los fósiles contienen cientos de especies desconocidas, convirtiéndolos en un tesoro de información sobre los últimos días del Cretácico. El descubrimiento ya está ayudando a los científicos a llenar el vacío en cuanto a las consecuencias inmediatas de este increíble evento. “Sabemos que sucedieron cosas malas justo después del impacto, pero nadie ha encontrado este tipo de evidencia contundente”, dijo Burnham. “La gente suele decir: ‘Entendemos que esta explosión mató a los dinosaurios, pero ¿por qué no hay cadáveres en todas partes?' Bueno, ahora tenemos cuerpos. No son dinosaurios, pero creo que eventualmente serán encontrados también”.
Todas las imágenes vía UC Berkley/Robert DePalma.
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