El loro de Pesquet, un ave fascinante de los bosques de Nueva Guinea

Nueva Guinea tiene unas fascinantes aves apodadas ‘loros Drácula’

Por Regina Sienra. 24 de mayo de 2020

Foto: Fotos de stock por Danny Ye/Shutterstock

En el mundo hay muchas aves hermosas, pero ¿alguna vez habías visto una que te recordara a un vampiro? El loro de Pesquet o loro aguileño (Psittrichas fulgidus) es un ave endémica de los bosques tropicales de Nueva Guinea, y sus colores le han valido el apodo de loro Drácula. Con plumas de un color negro profundo y una barriga roja escarlata, esta criatura tiene todo para recordarnos al vampiro favorito de la literatura, pero no dejes que su apariencia te engañe.

El loro de Pesquet es relativamente grande: mide aproximadamente 45 centímetros de largo y pesa entre 680 y 800 gramos. Su pico largo y ganchudo, su rostro sin plumas y su gran cabeza le dan la apariencia de un ave de rapiña. Por ello también es apodado loro buitre; sin embargo, solo son nombres: esta ave no come carne.

De hecho, el loro de Pesquet es un frugívoro, lo que significa que la fruta es su comida preferida; pero no come cualquier fruta. Estas aves solo se alimentan de ciertas especies de higos. Esto ayuda a explicar por qué no migran y suelen quedarse en una sola área toda su vida. Esta también es la razón por la que son una de las tres especie de loros sin plumas en la cara: la fruta de la pulpa podría enmarañar y pegar sus plumas.

Cuando están en áreas en las que no son cazados, no es raro ver grupos de 10 a 14 descansando en los árboles y casi siempre se pueden encontrar al menos en pares. Se cree que los loros de Pesquet viven entre 20 y 40 años y anidan en grandes árboles huecos. Curiosamente, solo se ponen uno o dos huevos a la vez.

Estas peculiares aves son los únicos miembros de su género, y este género es el único miembro de la subfamilia Psittrichadinae, que muestra cuán únicos son realmente estos loros. Desafortunadamente, el loro de Pesquet ha sido clasificado como especie vulnerable en la lista roja de la IUCN. Esto se debe principalmente a la caza furtiva, así como a la pérdida de su hábitat. Los cazadores furtivos persiguen al “loro Drácula” por sus plumas, que son muy apreciadas por los coleccionistas. Se cree que existen entre 20,000 y 50,000 loros de Pesquet en la naturaleza y su población continúa disminuyendo.