Luxemburgo se ha convertido en el primer país del mundo en ofrecer transporte público gratuito a nivel nacional. Este pequeño país revocó las tarifas en todos sus tranvías, trenes y autobuses desde el 29 de febrero con la intención de aliviar la congestión en sus calles. Actualmente, el desafío es preservar la calidad en el servicio y mantener a tantos automóviles fuera de las calles como sea posible, por lo que otros países de la región pondrán especial atención a esta idea.
Aunque Luxemburgo es una de las naciones más pequeñas de Europa, su próspera economía significa que trabajadores y viajeros de los vecinos Bélgica, Francia y Alemania se mueven por este país diariamente, causando embotellamientos caóticos. Para poner las cosas en perspectiva, Luxemburgo tiene una población de un poco más de 600,000 personas, pero 214,000 personas entran a diario desde otros países para trabajar. Además de hacer que el transporte sea accesible para todos los ciudadanos sin importar su estatus social, esta nueva iniciativa disminuirá el tráfico al reducir el número de autos que entran al país.
“Para las personas de bajos ingresos o [que ganan el] salario mínimo, para ellos, es realmente sustancial”, dijo el ministro de transporte Francois Bausch. “La razón principal es tener una mejor calidad de movilidad, y la razón secundaria son claramente los problemas ambientales”.
De hecho, la mitad de las emisiones de gases de invernadero de Luxemburgo provienen del transporte, ya que aproximadamente 73% de los que viajan diario al trabajo lo hacen en coche. El transporte público gratuito es solo una de las herramientas que el gobierno ha usado para combatir este problema. Desde 2018, el gobierno dio inicio a una inversión a 10 años de 3.9 mil millones de euros (4.3 mil millones de dólares) en vías férreas, y comenzaron a desarrollar planes para tener una flota de autobuses totalmente eléctricos para 2030.
Para aquellos que quieren llegar a sus trabajos sin enfrentarse a las multitudes, aún existe una opción balanceada. Quienes deseen viajar en primera clase todavía pagarán por el servicio, y el pase anual tendrá un precio 660 euros (737 dólares). Y si bien el transporte público gratuito no logrará que todos dejen sus autos, hay quienes ya disfrutan de este cambio.
“Casi todos los días tuve la experiencia de intentar atravesar el centro de la ciudad y quedar atrapada en el tráfico, lo que a veces tomaba entre 45-50 minutos”, dijo Mia Mayer, empleada de Amazon, quien dejó su auto y comenzó a tomar el autobús. “La ciudad de Luxemburgo no es un lugar enorme, así que eso realmente es mucho tiempo”.
Aunque Luxemburgo es el primer país en instaurar el transporte público gratuito, muchas ciudades pequeñas alrededor del mundo ya han adoptado una medida como esta, entre las que destaca Tallin, la capital de Estonia.
h/t: [Independent, Reuters]
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