El artista Nat Reed crea ilustraciones de inspiración retro con un toque surrealista. Basándose en la estética Mid Century Modern, Reed ha adoptado elementos de este periodo del diseño de mediados del siglo XX—especialmente su arquitectura y diseño industrial—y los ha reinterpretado en lo que él llama “Familiar Modern“. Sin embargo, Reed no busca solo regurgitar el pasado. En su lugar, utiliza estos motivos para explorar cómo las vidas de “híbridos tiki-humanos” y de poodles rosados de dos patas interactúan con edificios futuristas influenciados por la era atómica (también conocida como Googie).
Las coloridas ilustraciones de Reed destacan por sus formas atrevidas, así como una paleta vibrante, con detalles que ofrecen una mirada a interiores individualizados que muestran la personalidad de sus habitantes. Esta idea fue influenciada por la juventud de Reed en el sur de California, y por la forma en que los lugares que conoció permanecieron en su mente hasta la actualidad. “Cuando crecí, había muchos más restaurantes independientes en las calles y carreteras”, le dice el ilustrador a My Modern Met, “jugando competitivamente con temas de maneras únicas que podrían sellar la conciencia de una persona durante toda su vida”.
Reed tuvo muchos trabajos no creativos, incluyendo varios cargos gubernamentales, antes de convertirse en artista de tiempo completo. Aunque muchos podrían sentirse desanimados, para Reed, estas experiencias resultaron ser invaluables. Trabajar como cartero en la ciudad de Fullerton, California, por ejemplo, le permitió explorar su increíble arquitectura a diario. Esto sirve para recordarnos que incluso si aún no estás en la carrera profesional de tus sueños, otros trabajos pueden ofrecerte oportunidades inesperadas para ayudarte a llegar a ella.
Tuvimos la oportunidad de conversar de Reed acerca de su trabajo, incluyendo su familia de buscadores de tesoros y hacia dónde va su arte actualmente. Continúa hacia abajo para leer la entrevista exclusiva de My Modern Met.
Tuviste trabajos no creativos antes de dedicarte de lleno al arte. ¿Qué tipo de trabajos tuviste?
Tuve varios trabajos en el gobierno. El primero fue un trabajo de mantenimiento en el distrito de saneamiento del Condado de Orange (una planta de alcantarillado). Solicité allí un trabajo de verano después de hacer un recorrido por la planta en una de mis clases. La planta fue construida a principios de los años sesenta y yo estaba absolutamente enamorado del centro de control. El frente de vidrio circular, con una estructura de observación similar a la de un OVNI, parecía sacado directamente de una película japonesa de Godzilla. Había pantallas y medidores clásicos de la era espacial en una hermosa consola de control como de Los Supersónicos que se ajustaba a la curva del edificio. Estaba completamente enamorado de este lugar y durante un periodo muy breve estudié ingeniería de aguas residuales para poder trabajar en el centro de control….eso no duró mucho tiempo.
¿Cómo han influido estos puestos en tu creación artística?
El trabajo que tuve por más tiempo antes de dedicarme por completo al arte fue como cartero para la oficina de correos en la ciudad de Fullerton, California. La experiencia sirvió para descubrir un ya fuerte interés en la arquitectura y el diseño de mediados del siglo XX. Fullerton es una ciudad que se desarrolló mucho durante esta época, y caminar diariamente entre estas casas y edificios me dio la gran oportunidad de meditar sobre su diseño y sus detalles. En ese entonces todavía habían bastantes casas—con pocos cambios en sus diseños originales de los años 50 y 60—y edificios comerciales que se mantenían íntegros. Esto se veía en las perillas de sus puertas, en las ranuras de correo, en los paneles, en los candelabros ligeros, en los bloques de hormigón, en la señalización, etcétera. Siendo una persona tímida por naturaleza, evitaba atraer la atención hacia mí mientras merodeaba entre las casas y edificios, por lo que era genial pasar prácticamente desapercibido en mis inspecciones secretas diarias de las cualidades estéticas de las estructuras.
Creciste en una familia de creativos. ¿Qué te enseñaron sobre ser artista?
¡Ja! Casi no me enseñaron nada formalmente. Su influencia vino más bien del valor de la creatividad y la originalidad y de hacer cosas interesantes. Todo el mundo siempre estaba creando algo y las herramientas para hacer eso estaban cerca y si no lo estaban, tú las hacías.
¿Sientes que has seguido sus pasos, o has forjado tu propio camino?
Creo que he seguido el espíritu de mi familia, en la forma en que yo lo percibía. La familia de mi madre vino a California desde Oklahoma en los años 30 e hicieron de todo hasta que llegaron a la playa, lo que llevó a mi abuelo, Eli Hedley, a tener una carrera mágica como decorador tropical y tallador de tiki en el primer apogeo de la cultura tiki. Todo sucedió sin un plan, impulsado por una pasión por lo inusual y bello que encontraban en el camino. Ese es el tipo de viaje orgánico en el que he estado con mi trabajo. Ha sido una progresión bastante inconsciente la que me ha llevado a esto. Mi padre nació en una familia de inmigrantes italianos antes de la Gran Depresión y se convirtió en un artista comercial, pero su verdadera pasión eran los barcos. Cuando yo tenía siete años, llevó a toda la familia a Dinamarca, país que exploramos a bordo de un velero de carga de 87 pies que él había comprado. Fue un año en el que mis hermanas y yo tuvimos que aprender a entretenernos sin televisión ni escuela. Nos volvimos muy buenos conjurando mundos de fantasía para divertirnos.
¿Cómo describirías la idea de “Familiar Modern”?
Esa idea nació cuando me di cuenta de que casi todos los artefactos físicos –sobre todo la arquitectura– a los que yo hacía referencia, eran atractivos en parte porque provocaban asociaciones familiares y afectuosas a tiempos y lugares.
Se me ocurrió que no sólo es el estilo optimista de MCM [moderno de mediados de siglo] lo que lo hace tan atractivo, sino también sus conexiones evolucionadas con lugares y recuerdos específicos. Eso se ve cada vez menos debido a la hiper conglomeración entre los negocios de servicios, particularmente de alimentos. Cuando crecí, había muchos más restaurantes independientes en las calles y carreteras, jugando competitivamente con temas de maneras únicas que podrían sellar la conciencia de una persona durante toda su vida. Eso es difícil de conseguir hoy en día cuando una oficina corporativa en algún lugar fabrica el aspecto y la sensación de un negocio minorista para que se extienda por todo el país o el mundo. Sólo es familiar en la forma de un vago ruido de fondo.
¿Cómo influye el Googie en tu arte?
La actitud del Googie tiene una fuerte influencia en mi trabajo. La mayoría de las veces trato de aprovechar ese tipo de optimismo tonto, poco irónico, para el futuro de la “era espacial”.
¿Qué es lo que te interesa del Googie?
La gran exageración de los elementos de diseño dramático que se ven en el Googie y Populux, que puede dar un sentido cinematográfico a una composición.
También está la democratización del aspecto de diseño modernista del Googie, que creo que es un subtexto interesante con el cual jugar.
¿Cómo es el proceso para crear tus imágenes?
Normalmente, hago referencia a la arquitectura real. Suelo trabajar con múltiples imágenes de un edificio—interior o exterior—y a partir de ellas, empiezo a resolver cuál es el gesto más dinámico con el que puedo jugar y exagerar. Para ese momento, la escena que estoy creando ya ha surgido en alguna parte de mi cabeza. La otra decisión es si habitar o no una escena con cualquier tipo de personajes, lo cual es siempre instintivo. Empiezo con un boceto conceptual pero dibujo la pieza digitalmente. La mayor parte de mi trabajo son impresiones. Las tintas pigmentadas en este proceso tienen tonalidades realmente brillantes, pero aumenté la densidad para hacer las piezas súper coloridas. Toda la impresión se hace en mi estudio y es una gran parte de cómo obtengo estos resultados en las piezas terminadas.
Tu trabajo tiene un toque de nostalgia, pero también es un poco surrealista—especialmente con la incorporación de las figuras que llevan cabezas tiki. ¿Cuál es la importancia de añadir este tipo de elementos a tus imágenes?
Sí, el manejo de la nostalgia en mi trabajo está lejos de ser puro. No quiero hacer postales del pasado. Es interesante que preguntes sobre las “figuras que llevan cabezas tiki” porque no es así como yo las veo, sino como híbridos tiki-humanos que son simulacros de personas, lo que implica que, mientras se puede especular sobre su participación en una escena, también hay una parte misteriosa y nebulosa de ellas que no puede ser comprendida exactamente a través de suposiciones sociales normales. Es un espacio para la fantasía y lo surrealista. Cuando empecé a hacer este trabajo, me sentí atraído de inmediato por volver a visitar los pastiches de lo exótico del arte comercial de la posguerra—toreros, caniches, tikis, etc. En mi mente, estas figuras reimaginadas, o tal vez regurgitadas, se convierten en símbolos de un aspecto de la cultura de la posguerra. Agregar pastiche sobre pastiche es una de mis cosas favoritas. Me atrae mucho el trabajo de Lari Pittman, quien lo hace de forma brillante.
Tienes una galería con tu trabajo en Palm Springs. ¿Cómo es dirigirla mientras creas obras de arte?
Ha sido mucho trabajo y es muy gratificante. Creo que la mayoría de los artistas preferirían controlar la presentación de su trabajo. Es la cereza del pastel, crear el ambiente para mis ambientes enmarcados. También es útil tener tanto contacto con el público y escuchar lo que les llama la atención de la obra. También es interesante cuando la gente lee una pieza de una manera completamente diferente a mi visión al hacerla.
¿Qué hay en el horizonte para ti? ¿Algo emocionante que puedas contarnos?
Mi respuesta a eso está evolucionando. Este año me diagnosticaron esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Ha sido una lucha psicológica y física para continuar con lo que yo pensaba que sería la trayectoria de mi trabajo.
Ahora veo el tiempo de una manera más comprimida y urgente. En la galería, hay cierta tensión entre las piezas consideradas comerciales y aquellas en donde mi enfoque es más reflexivo.
Quiero centrarme más en las piezas de esta última categoría y crear más tejido conectivo entre las piezas. Ya estaba siguiendo ese camino, hasta cierto punto, llevando a cabo ideas en series como la de Split Screen que estoy continuando y de la que voy a sacar más en la próxima temporada. También estoy planeando revisitar una serie que comencé hace algunos años y que yo llamo Inverted Needle Points, pinturas tableros de fibra perforados.
Su intención es apropiarse de las ideas convencionales de adornos para el hogar con materiales baratos, casi arquitectónicos, manufacturados, asociados con el desarrollo de la posguerra y relacionados más con la utilidad que con la belleza.
My Modern Met obtuvo permiso de Nat Reed para reproducir estas imágenes.
Artículos relacionados:
Terminal aérea abandonada será convertida en un lujoso hotel de inspiración retro
Caravana retro-chic inspirada en ‘Mad Men’ es puro lujo sobre ruedas
27 Ilustraciones retro dicen “hola” a la Unión Europea después de Brexit