En su más reciente libro, titulado The Style of Movement, Ken Browar y Deborah Ory de NYC Dance Project unen la danza y la moda. Esta pareja ha fotografiado a algunos de los mejores bailarines modernos y de ballet de los Estados Unidos, vistiéndolos con atuendos increíbles que cobran vida gracias a sus movimientos. Cada giro de la muñeca y jeté muestra el flujo de la ropa, y el dúo lo captura de forma experta a través de su lente.
Este libro es una increíble continuación a The Art of Movement, con el que mostraron su visión de la fotografía de danza al mundo. Al vestir a estos bailarines con ropa de diseñadores como Dior, Issey Miyake, Oscar de la Renta y Valentino, los fotógrafos rinden homenaje a ambos mundos artísticos. Además de la moda de alta costura, las fotografías incluyen piezas de vestuario vintage diseñadas por la legendaria Martha Graham. Ver estas piezas en movimiento –tal y como estaban destinadas a ser vistas– sólo ayuda a reforzar la relación simbiótica ambas formas de arte.
En el prólogo, escrito por Valentino, el icónico diseñador de moda habla de lo importante que es el movimiento en su trabajo creativo. “Siempre he diseñado pensando en el movimiento de la mujer que lleva el vestido: dónde lo llevaría, cómo se movería en él y qué significa para ella. Un vestido nunca debe ser diseñado para ser visto desde un solo ángulo; el movimiento debe ser considerado desde un punto de vista de 360 grados. La ropa expresa emociones—igual que la danza”.
The Style of Movement, publicado por Rizzoli, contiene 250 fotografías distribuidas en 304 páginas y no sólo incluye el prólogo de Valentino, sino también una introducción escrita por la antigua conservadora de la colección de moda y textiles del Musée Les Arts Décoratifs de París, Pamela Golbin.
Tuvimos la oportunidad de conversar con Ken Browar y Deborah Ory acerca de la relación entre la moda y la danza, así como el proceso para emparejar bailarines con sus atuendos. Lee la entrevista exclusiva de My Modern Met a continuación.
En The Style of Movement, la moda y los bailarines tienen papeles protagónicos. ¿Por qué era importante para ustedes que fuera así?
La danza y la moda siempre han tenido una estrecha relación—muchos diseñadores de moda han diseñado para bailarines y se han inspirado en la danza. A los bailarines y coreógrafos siempre les ha encantado la moda, y anteriormente, compañías como el New York City Ballet han dedicado una temporada entera al año a sus colaboraciones con diseñadores de moda.
Queríamos explorar esta relación y ver cómo afectaba el movimiento, las formas y las emociones de nuestras imágenes. Los bailarines tienen formas únicas de moverse, un movimiento que permite a la ropa cobrar vida propia para convertirla en otro elemento de la fotografía. La ropa es como un compañero para el bailarín y le permite crear formas únicas e interesantes, a la vez que hace énfasis en la emoción y el estado de ánimo de la imagen.
¿Cuál fue el proceso creativo para emparejar a los bailarines con sus trajes?
Al emparejar a los bailarines con la ropa tuvimos que tomar en cuenta muchos elementos diferentes. Queríamos estar seguros de que la ropa sería halagadora tanto para el físico del bailarín como para su estilo de movimiento. Antes de la sesión de fotos, siempre discutíamos con el bailarín qué tipo de ropa prefería usar, su estilo personal y lo que más les gustaba para moverse.
¿Hubo algún traje en particular en el que les haya encantado fotografiar a un bailarín?
Nos encantó trabajar con todos los trajes/prendas del libro—cada uno es especial y lucen asombrosos cuando los bailarines los llevan puestos. Creo que nos encantó especialmente trabajar con el traje de Halston diseñado por Martha Graham (usado por el bailarín principal, Lloyd Knight). Era una pieza original de los archivos de Martha Graham, ¡y de verdad pertenece a un museo!
También tuvimos el placer de fotografiar a Tiler Peck en dos vestidos que el propio Sr. Valentino eligió personalmente para ella. Eran piezas vintage que venían de un museo y eran absolutamente impresionantes—la imagen de la portada es de uno de esos vestidos.
¿Por qué creen que la danza y la moda están tan interconectadas?
La danza y la moda se entrecruzan naturalmente. Nadie puede moverse o darle vida a una prenda como un bailarín. Hasta cuando ves a una niña ponerse un vestido, ella gira en círculos para ver cómo se mueve. Cuando le pones la ropa a un bailarín profesional toma una nueva vida, le agrega expresión, sentimiento y forma al atuendo. Así que la moda se entrelaza naturalmente con la danza.
¿Qué tan diferente fue la elaboración de este libro a la de The Art of Movement? ¿Sintieron alguna presión adicional debido al éxito de la última publicación?
Fue diferente y, de alguna manera, más complicado hacer este libro, ya que tuvimos que coordinar la ropa de cada bailarín. También teníamos que asegurarnos de que pudiéramos coordinar la obtención de las piezas adecuadas para cada uno de ellos, y la falta de tiempo a menudo fue un desafío. Dicho esto, el éxito del primer libro nos facilitó el acceso a la ropa y, por supuesto, a los bailarines.
¿Cómo han evolucionado como creadores a partir de este proyecto?
Siempre estamos creciendo y evolucionando como creadores. Ahora es más fácil para nosotros trabajar con bailarines y otros artistas, y el proceso se vuelve más sencillo; especialmente la segunda y tercera vez que trabajamos con un bailarín.
¿Qué podemos esperar después?
Nos encanta trabajar con bailarines y nos gustaría continuar con este tipo de proyectos. Estamos interesados en explorar la posibilidad de trabajar in situ, quizás por todo el mundo, así como en hacer más películas.