Cuando la Academia Británica de las Artes Cinematográficas y de la Televisión, mejor conocida como BAFTA, comisionó al fotógrafo Charlie Clift para capturar la magia de su entrega de premios 2019, los organizadores buscaban algo diferente. Sin un lugar fijo para hacer retratos, Clift caminó libre por todas las áreas de la ceremonia, donde se celebró a lo mejor del cine británico e internacional. Los resultados son una mirada refrescante a algunas de las figuras más reconocidas de la industria durante este gran evento.
Aunque Clift no tuvo control sobre la iluminación o cómo se desenvolvía la acción a su alrededor, estos desafíos terminaron favoreciéndole. En lugar de producir retratos posados estándar, las imágenes parecen inspirarse en la fotografía urbana gracias a su honestidad en bruto. “Todo pasa muy rápido durante la velada. En un momento, Rami Malek se queda sin habla, y luego doblas una esquina y encuentras a Spike Lee teniendo una conversación profunda con Bradley Cooper”, Clift le dice a My Modern Met. “Fui fotografiando lo más rápido posible. Esta comisión es muy diferente a la mayoría de mi trabajo común. Por lo general, tengo tiempo para prepararme, planear e iluminar previamente para que todo esté listo cuando mi sujeto llegue”.
Ya sea que sean Glenn Close y Timothée Chalamet tomándose una selfie casual o Rachel Weisz brillando después de ganar el premio a Mejor actriz de reparto, Clift le añade intimidad y humanidad a este glamouroso evento. Su habilidad para conectar con sus protagonistas, sin importar cuán famosos sean, abre una nueva vena de la fotografía de celebridades. A través de su lente, la élite de la industria cinematográfica no son solo estrellas fotografiadas desde lejos, sino personas ordinarias disfrutando la oportunidad de convivir con sus pares y celebrar su arte.
“No hay una sola forma de fotografiar a alguien o un tipo de persona”, comparte Clift. “Cada individuo necesita un enfoque ligeramente diferente. Por supuesto, las estrellas de cine que son súper famosas a veces vienen con un enorme séquito y, a veces solo tengo unos minutos para fotografiarlas; pero en última instancia, sigue tratándose de establecer una conexión con mi sujeto. Uno de las cosas maravillosas de estar tras bambalinas en los BAFTA es que la gente está más relajada y dispuesta. La están pasando muy bien mientras celebran y, en general, están felices de conversar y ser fotografiados”.
Al enfocarse en retratos cándidos y honestos en lugar de documentar el evento de forma fría, Clift invita al público a ver los BAFTAs desde una nueva perspectiva. El fotógrafo nos lleva justo al lado de estas celebridades, lo que nos permite ver su humanidad de cerca y, por lo tanto, sentir más emoción al ver sus logros.