Desde que sus primeras piezas aparecieron, Banksy ha sido elogiado por subvertir las normas del arte. A lo largo de los años, el artista anónimo ha sorprendido con sus revolucionarios actos. Sin embargo, su más reciente truco es el más impresionante hasta ahora. El viernes 5 de octubre, su icónica pintura de 2006, Girl With a Balloon, apareció en la casa de subastas Sotheby’s de Londres. Tras ser ser vendida por £1,042,000 ($1,367,471 dólares) sucedió algo inesperado: una alarma sonó desde el interior del marco, y la pieza comenzó a autodestruirse.
Una vez que se anunció que un comprador–cuyo nombre no ha sido revelado– había salido victorioso de la puja por la pieza, la pintura se deslizó hacia la parte inferior del marco, que tenía instalada una trituradora de papel. “Se vendió por más de un millón de dólares y mientras estábamos ahí, la pintura comenzó a moverse. Hubo confusión, y después, reinó la emoción por lo que estábamos viendo”, señaló Robert Casterline, de la galería Casterline Goodman, quien estaba en la audiencia.
Los representantes de la casa de subastas aseguran que ellos no tenían idea de que esto sucedería. Alex Branczik, director de arte contemporáneo para Europa, estaba tan sorprendido como todos. “Parece que Banksy nos hizo una de las suyas”, bromeó Branczik. “Banksy es probablemente el mejor artista urbano del Reino Unido, y esta noche vimos una pequeña demostración de su genialidad”. Él y otros especulan que fue el propio artista quien presionó el botón que destruyó la obra.
Sin embargo, hay quienes que creen que Sotheby's debe haber tenido conocimiento previo del truco. El marco era grueso (y probablemente pesado) debido al dispositivo de trituración incorporado. Además, los compradores potenciales a menudo solicitan informes sobre la condición de las obras de precios elevados, y parece poco probable que este detalle haya sido pasado por alto. Hay otras dos pruebas convincentes de que el equipo de Sotheby’s tenía conocimiento previo de la hazaña: una es que la pieza fue colgada en la pared (y no en un podio, que sería lo más común); Y finalmente, la de Girl With a Balloon fue la última subasta de la noche. “Si se hubiera ofrecido primero, habría causado un alboroto y los vendedores se habrían quejado de eso”, dijo Morgan Long, el jefe de inversiones en arte de Fine Art Group, a The New York Times.
Hay una gran duda que surge con respecto a Girl With a Balloon. ¿Realmente fue destruida, o ha sido transformada en algo más, producto de un performance? “Se podría decir que el cuadro ahora es más valioso”, reflexionó Branczik. “Sin duda, es la primera pieza que se autodestruye espontáneamente al final de una subasta”.
Una forma de evaluar si es más o menos valioso es ver a la persona que lo compró, cuyo nombre no ha sido revelado. “Hemos hablado con el comprador, quien está sorprendido por la historia”, dijo Sotheby’s en un boletín de prensa. “Estamos discutiendo los próximos pasos”. Hasta el momento no se ha tomado una decisión, pero una cosa está clara: el misterio alrededor de Banksy sigue creciendo.