Nuestro mundo del siglo XXI está lleno de dispositivos electrónicos que se comunican entre sí. Esta compleja red —desde los más pequeños chips sensores de movimiento hasta tu reloj inteligente— se conoce como el internet de las cosas. Se calcula que en 2035 esta red contendrá un billón de dispositivos, todos los cuales necesitan energía para funcionar. Pero ¿de dónde saldrá esta energía? Los investigadores de la Universidad de Cambridge tienen una posible solución orgánica. Recientemente han anunciado en la revista Energy & Environmental Science que las algas han mantenido una computadora encendida durante un año y contando.
“El internet de las cosas necesita una cantidad de energía cada vez mayor, y creemos que tendrá que provenir de sistemas que puedan generar energía, en lugar de simplemente almacenarla como las baterías”, dijo el profesor Christopher Howe, uno de los autores principales del trabajo. Usar baterías no es realista, ya que las necesidades de energía de los dispositivos eventualmente superarán los suministros mundiales de litio. Además, las baterías tradicionales tienen un impacto negativo a nivel humanitario y medioambiental. Por suerte, existen otras reacciones químicas pueden producir energía.
La fotosíntesis (el modo en que las plantas transforman el Sol, el agua y el dióxido de carbono en oxígeno y energía a base de azúcar) es un proceso increíblemente importante dentro de nuestro planeta. Los investigadores aprovecharon este poderoso proceso a un nivel minúsculo creando una batería de algas. Las algas no tóxicas llamadas Synechocystis se colocaron en un pequeño tanque y se conectaron mediante electrodos a un Arm Cortex M0+, un microprocesador muy utilizado en el internet de las cosas. Todo el artilugio se fabricó con materiales baratos, en su mayoría reciclados. Tiene el tamaño de una pila AA, pero a diferencia de una pila tradicional no se agota.
Con las fluctuaciones de temperatura y luz natural, las algas produjeron energía mediante la fotosíntesis. Los electrodos recogían esta energía para alimentar el miniordenador. “Nos impresionó la constancia con la que el sistema funcionó durante un largo periodo de tiempo: pensábamos que se detendría al cabo de unas semanas, pero siguió funcionando”, afirma el Dr. Paolo Bombelli, primer autor, en un comunicado de la universidad. El equipo presentó su artículo cuando el dispositivo había superado los seis meses de funcionamiento, pero en mayo de 2022 seguía funcionando bien después de más de un año.
¿Se podrán comprar pronto baterías de algas? Probablemente no, pero los investigadores tienen la esperanza de que la combinación de baterías de algas pueda proporcionar energía a dispositivos remotos de bajo consumo. Esta investigación se ha realizado en colaboración con Arm, la empresa que diseña microprocesadores, y ha sido financiada por el Centro Nacional de Innovación en Biofilms del Reino Unido. Aunque no se trata de una solución inmediata para el consumidor, esta investigación ofrece unos resultados impresionantes que, se espera, fomenten una mayor innovación en el campo de la bioenergía sostenible.
Científicos de la Universidad de Cambridge han creado una “batería” de algas que alimentó una computadora durante más de un año.
h/t: [BBC, Science Alert]
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