Ahora que conoces la estructura de las alas, ¡es hora de dibujar una!
1. Busca imágenes de referencia.
La mejor forma de practicar el dibujo de plumas es tener una buena foto de un ave como referencia. Busca imágenes de alta calidad en las que las plumas resalten. Para un desafío adicional, dibuja un ave con muchas plumas.
2. Reúne tus herramientas
Antes de comenzar a dibujar, junta tus herramientas. Los lápices son ideales para este tutorial; complementados con un borrador, son el utensilio más generoso. Te recomendamos tener al menos dos o tres lápices con varios tipos de grafito. Esto incluye un lápiz HB (para el boceto inicial), un lápiz H (para los detalles más delicados) y un lápiz B (para las sombras más fuertes).
¿No sabes qué lápiz usar? Hemos hecho una guía con los mejores lápices de dibujo tanto para principiantes como para profesionales.
3. Traza suavemente tus líneas guía.
Estudia tu imagen de referencia material para determinar los elementos más importantes de la imagen. Después, comienza a bocetar ligeramente sus formas con el lápiz HB. La etapa principal de estos dibujos suele ser la más importante de todo el proceso. Ahí tendrás que razonar un poco para determinar las proporciones. Hazte preguntas sobre la imagen. ¿Qué tipos de plumas están a la vista? ¿Las plumas del frente son de diferente tamaño a las de la parte posterior? ¿Las plumas ocultan algo? ¿Qué está detrás de ellas?
Una vez que hayas completado el boceto original, regresa y revisa tu trabajo. ¿Tu dibujo se parece a la fotografía? Si no, haz los ajustes necesarios; si los haces después de haber comenzado a sombrear tu dibujo, o tras añadir detalles, será mucho más complicado arreglar los errores.
4. Refina tu boceto inicial.
Una vez que estés contento con tu boceto inicial, comienza a refinar tu dibujo. Este paso puede sonar intimidante, pero no te preocupes. Hazlo pluma por pluma y estarás bien.
Observa cada parte del plumaje con detenimiento y documéntalo en el papel. A veces, podrás ver el delicado borde de la pluma, pero en otras ocasiones lucirá como una estructura rígida. Fíjate cuándo sucede esto y retrata el borde con líneas largas y simples que cubran otras plumas.
5. Comienza a sombrear tu dibujo.
¡Aquí comienza la diversión! Todos tus trazos y tu planeación adquieren una forma tridimensional cuando inicia el sombreado. Usando tu lápiz de grafito B para los tonos más oscuros y tu lápiz H para los detalles finos, usa la misma estrategia que utilizaste en el boceto inicial. Ve pluma por pluma, replica la sombra y las partes iluminadas en tu dibujo.
Aquí es cuando te será útil conocer la estructura de las plumas; el centro, el raquis, es una cresta dura que se encuentra ligeramente por encima del estandarte. Lo más probable es que tenga alguna parte iluminada seguido de sombras finas en cada lado.
Cuando dibujes el borde de las plumas, lo mejor será usar un lápiz H. El grafito duro no se difumina tan fácil y es perfecto para detalles precisos. Para plumas oscurecidas por otras plumas, el lápiz B te dará los tonos oscuros que necesitas.
6. Trabaja pluma por pluma hasta que esté terminado.
Sombrear te llevará un rato, pero el resultado final valdrá la pena. Cuando esté completo, tendrás un dibujo de plumas realistas y habrás practicado algo que te permitirá dibujar otras aves.
Antes de dar por concluida la pieza, echa un último vistazo al dibujo. Pregúntate: ¿Hay algo que se vea raro? ¿Hay algo que deba ser borrado, o que necesite más sombreado? Revísalo una última vez. Lo agradecerás.
Todas las imágenes vía Sara Barnes / My Modern Met excepto donde se indique.
Artículos relacionados:
75+ Ideas para ponerte dibujar en este momento