La pandemia de coronavirus ha causado estragos en todo el mundo; sin embargo, ha tenido un efecto secundario inesperado: la contaminación ha disminuido drásticamente. A medida que las personas son obligadas a quedarse en sus casas y la vida es puesta en pausa, algo increíble ha ocurrido. Además de que la contaminación del aire ha bajado, la vida marina ha reaparecido en vías acuáticas utilizadas en exceso. Desde imágenes satelitales hasta relatos de primera mano, hay amplia evidencia de que la naturaleza podría beneficiarse de la pandemia de COVID-19.
Esta tendencia se hizo notoria a principios de marzo, cuando NASA publicó imágenes satelitales de China tomadas desde principios de enero y hasta finales de febrero, cuando el coronavirus estaba en su fase más aguda. En ellas, podemos apreciar una clara y dramática caída en los niveles de dióxido de nitrógeno durante la cuarentena nacional. Aunque hubo una disminución gradual de NO2 durante la recesión de 2008, este rápido descenso es muy inusual. “Esta es la primera vez que veo una caída tan dramática en un área tan amplia por un evento específico”, dijo Fei Liu, investigadora de calidad del aire del Centro de Vuelo Espacial Goddard de NASA.
Si bien la contaminación de aire disminuye generalmente alrededor del Año Nuevo Chino, cuando los negocios cierran por las festividades, este año la tendencia es diferente. Los niveles de contaminación son aún más bajos y se han mantenido por más tiempo, lo que apoya la teoría de que la cuarentena provocado una mejora en la calidad del aire.
Por otro lado, Italia ha tenido una mejor calidad del aire gracias a las estrictas limitaciones que ha puesto sobre sus ciudadanos y los cierres a negocios que fueron decretados el 11 de marzo. Las imágenes satelitales de la Agencia Espacial Europea muestran una clara disminución en dióxido de nitrógeno desde principios de enero, en especial en norte, donde las restricciones comenzaron antes. Menos automóviles en las calles y menos fábricas en operación se han traducido en una mejor calidad del aire.
I canali di Venezia senza traffico di barche!!
Il risultato? Acqua limpidissima
Ph. Venice pictures pic.twitter.com/KGsKWNd56u— Albert Folaz (@FolinAlberto) March 11, 2020
La evidencia del impacto ambiental del coronavirus también se puede ver a nivel de suelo. En Venecia—una ciudad que normalmente estaría llena de turistas—los canales están recuperando su claridad. Sin el tráfico de las góndolas, taxis acuáticos, cruceros y botes privados, las aguas han podido asentarse por primera vez en las últimas décadas. El agua se ha aclarado e incluso hay reportes de que han reaparecido peces en los canales.
“Incluso los cauces alrededor de la Piazza San Marco, generalmente turbios debido al tráfico de botes, taxis y góndolas, han recuperado su claridad”, reportó el diario local La Nuova di Venezia e Mestre. “Y el ecosistema de la laguna está mostrando señales evidentes de regeneración”.
Aunque positivos, estos efectos ambientales definitivamente no disminuyen la tragedia ocasionada por el coronavirus, que ha impactado muchas vidas alrededor del mundo. Sin embargo, en este difícil periodo, tal vez podamos encontrar un rayo de esperanza en los sacrificios que todos estamos haciendo.
La calidad del aire en China ha mejorado y se mantenido desde el Año Nuevo Chino, especialmente en Wuhan.
La contaminación también ha bajado en Italia durante la cuarentena por el coronavirus.
h/t: [Post Magazine, The Guardian]
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