El amor de Sarah Bethea por la naturaleza y la aventura comenzó cuando ella apenas era una niña. La fotógrafa, quien nació y creció en Portland, Oregón, disfrutaba de esquiar en el Mt. Hood con su familia en los fines de semana. Con el paso de los años, descubrió su pasión por la fotografía y encontró una forma de combinar estos dos grandes amores: dándole vida a un mensaje sobre la fragilidad de nuestro planeta. Esto la ha llevado a viajar por todo el mundo, pero nada ha atrapado su atención tanto como el clima ártico de Islandia. Ahí visitó las increíbles cuevas de hielo ubicadas en la costa sur del país nórdico y volvió a casa con unas imágenes maravillosas.
Las cuevas de hielo de los glaciares de Islandia se forman dentro de bloques de hielo y pueden ser visitadas durante el invierno. Bethea realizó dos viajes para verlas, en los que tuvo experiencias muy diferentes. Llegar a las cuevas de hielo por automóvil es muy sencillo, y después solo se necesita caminar media hora en el glaciar para llegar a ellas, por lo que son una atracción turística popular. Bethea tuvo suerte en su primer viaje: era diciembre y tuvo todas las cuevas para ella sola. La fotógrafa aprovechó esta situación y la luz de esa época del año para capturar imágenes memorables.
“Aunque era mediodía, era diciembre y los días eran cortos, y el sol se mantenía bajo en el horizonte”, Bethea le cuenta a My Modern Met. “Por aproximadamente cinco minutos, el sol se alineó justo con la entrada de la cueva. Al iluminarse, el hielo parecía ámbar”.
La impactante imagen de la modelo tocando el hielo color ámbar es toda una revelación. En una sola toma, la fotógrafa captura la emoción y la fragilidad del entorno, mientras demuestra el estrecho vínculo que todos los humanos deben tener con la naturaleza.
Cuando Bethea volvió a las cuevas de hielo en febrero, su experiencia fue completamente opuesta. El sitio estaba plagado de turistas, por lo que no encontró la atmósfera ideal para tomar las fotografías que buscaba. En su próximo viaje, Bethea planea explorar algunas cuevas menos conocidas para ver qué más puede lograr con su creatividad.
Su fotografía continúa llevándola de viaje por todo el mundo, y Bethea no puede evitar recordar su infancia leyendo National Geographic. Inspirada por la fotografía y con el objetivo de conocer una gran variedad de culturas, la carrera de Bethea se aleja de la fotografía de viaje y se acerca a la fotografía de conservación.
“Siempre había querido ser conservacionista”, afirma, “y creo que las fotos son una gran forma de inspirar amor y aprecio por la naturaleza. Las imágenes nos pueden ayudar a conectar e inspirarnos a cuidar y preocuparnos por lugares que no conocemos, y pueden ilustrar problemas importantes y la necesidad de entrar en acción. Creo que es maravilloso que las personas vean mis fotos y les inspire a salir a ver estos lugares con sus propios ojos; pero ante todo espero acercar a las personas con la naturaleza y mostrarles que vale la pena proteger estos lugares”.
El hielo brilla como ámbar en esta increíble imagen tomada en una cueva en Islandia.
La fotógrafa Sarah Bethea visitó las famosas cuevas en un viaje a Islandia.
“Islandia es un lugar único con gran belleza natural en un área relativamente pequeña. El país suele ser descrito como ‘la tierra de hielo y fuego', y esto es completamente acertado”.
“La desaparición de los glaciares y los casquetes de hielo sería una gran pérdida y nos afectaría a todos en todo el mundo”.
“Me haría sentir bien saber que mi trabajo puede acercar estos lugares a las personas, y tal vez incluso convencer a la gente de cambiar sus acciones…”.
Sarah Bethea: Sitio web | Instagram
My Modern Met obtuvo permiso de Sarah Bethea para reproducir estas imágenes.
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