El círculo polar ártico puede no parecer un gran lugar para vivir debido a sus extremas condiciones climáticas, pero una familia ha logrado crear un pequeño oasis en una remota región al norte de Noruega. Desde 2013, la familia Hjertefølger vive en la isla de Sandhornøya, donde desde entonces viven de manera sustentable. Su casa de tres pisos está hecha de cob—un material de construcción compuesto por arena, agua, arcilla y otros materiales orgánicos—y está encapsulada bajo un domo geodésico que, además de ser agradable a la vista, es funcional gracias a la tecnología de Solardome.
El domo que cubre la casa de cinco habitaciones y dos baños mide casi ocho metros de alto y protege a la familia de los fuertes vientos y las nevadas intensas, además de reducir los costos de calefacción. La cúpula geodésica también cubre el área de jardín y funciona como invernadero para que los habitantes puedan cosechar sus propios alimentos. Manzanas, cerezas, ciruelas, duraznos, kiwis, uvas, pepinos, tomates, hierbas, calabazas y melones son algunas de las cosas que pueden cultivar en una parte del mundo donde, durante tres meses al año, no hay luz solar.
El interior de estilo rústico crea un ambiente cálido y acogedor, muy diferente al frío polar que se vive en el exterior; y si necesitan entretenerse durante el invierno, siempre pueden admirar la aurora boreal. “Nos encanta la casa; tiene vida propia y se siente nuestra. Lo que nos ha sorprendido es que hemos reconstruido nuestras vidas mientras construimos la casa”, dijo Ingrid Hjertefølger a Inhabitat. “El proceso nos cambió, nos transformó”.
Después de tres años de vivir en su casa en la naturaleza—la cual fue construida completamente por ellos y sus amistades—la familia está mejor que nunca. “Lo que sentimos al entrar a esta casa no tiene comparación”, comparte Hjertefølger. “La atmósfera es única. La casa tiene una cierta calma; casi se puede escuchar la tranquilidad. Es difícil de explicar, pero sería imposible sentir algo similar en una casa diseñada y hecha por alguien más, o en una con esquinas y líneas rectas”.
La familia Hjertefølger construyó su propia casa de cob en medio del círculo polar ártico.
La casa está encapsulada en un domo geodésico protege a la familia de los fuertes vientos y las nevadas intensas.
Ingrid Hjertefølger: Blog
h/t: [Inhabitat]