Muchas compañías se están dando cuenta de que la sustentabilidad no es solo una moda—es una meta necesaria. Los gobiernos y las empresas locales han empezando a establecer plazos para instituir prácticas respetuosas con el medio ambiente. Entre los gigantes del comercio minorista, IKEA es una de las empresas que está tomando esta lucha en serio. La compañía ha prometido ser un negocio completamente circular para 2030, lo que significa que todos los materiales serán reciclados, sostenibles o reutilizables. Así, su nueva iniciativa de recompra es un gran paso hacia este objetivo. Este proyecto busca animar a los clientes a venderle sus muebles IKEA usados a la compañía, que luego los venderá de nuevo.
Para participar en el programa de recompra, la gente debe presentar un formulario con la lista de los artículos de IKEA que desean vender. Los vestidores, escritorios y sillas están entre los artículos elegibles. Cada pieza será calificada, se determinará su valor y la compañía hará una oferta. Al llevar los artículos a la tienda, se entregarán diferentes vales—por el 50% del precio original por piezas en excelentes condiciones, el 40% de las piezas en muy buen estado, y el 30% de las piezas más desgastadas. Los artículos de segunda mano se venderán en la sección As-Is o en una nueva tienda de segunda mano en Suecia. Los vales tampoco tendrán fecha de caducidad, por lo que se invita a los clientes a comprar solo cuando de verdad necesiten algo.
IKEA lanzará el programa el 27 de noviembre en el Reino Unido e Irlanda, pero es posible que pronto se extienda a las tiendas de todo el mundo. Aunque los objetivos sostenibles de IKEA son anteriores a la pandemia, la situación mundial ha acelerado la urgencia de encontrar soluciones sostenibles y circulares. “Ser circular es una buena oportunidad de negocio, así como una responsabilidad, y la crisis climática requiere que todos nos replanteemos radicalmente nuestros hábitos de consumo”, afirma la directora de sostenibilidad de la compañía para el Reino Unido e Irlanda, Hege Sæbjørnsen.
En la urgencia por contrarrestar la actual crisis climática, las empresas deben dar un paso adelante y tomar responsabilidad por su huella de carbono, el uso de recursos y los sistemas de energía. Mientras tanto, los consumidores deben exigir a sus compañías favoritas que ayuden a salvar el planeta.
IKEA iniciará un programa para que la gente pueda revender sus muebles viejos a la compañía. Esta iniciativa forma parte de su meta de ser un negocio completamente circular para 2030.
Al vender sus muebles a IKEA, la gente obtiene vales para futuras compras.
IKEA espera que los clientes utilicen sus vales cuando realmente necesiten algo, y que tanto los consumidores como los minoristas reinventen las “compras” de una manera más sostenible.
h/t: [Dezeen]
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