Entrevista: Artista usa la incertidumbre para crear ilustraciones de fantasía

El ilustrador Jon Juarez, conocido por sus fantásticas ilustraciones de lugares que resultan familiares y extraños a la vez, es impulsado por las ideas. Tras de años de práctica para perfeccionar su oficio, Juarez ha aprendido a expresar su visión creativa. Ahora, sus pensamientos cobran vida como composiciones elaboradas que destacan por sus meticulosos detalles.

Muchos de los trabajos de Juarez se basan en lugares que sí existen, pero siempre tienen un toque surrealista que los aleja del mundo real. Por ejemplo, un paisaje urbano de otra forma ordinario tiene calles que se transforman en cascadas. En otras ilustraciones, las tranquilas escenas son flanqueadas por polígonos no identificados que observan atentamente a los habitantes. Las líneas delicadas y el uso del color hacen que cada una de sus piezas sea hermosa; sin embargo, son los detalles inquietantes los que hacen que estas obras resulten aún más atractivas.

Juarez es un ilustrador autodidacta que conoce el valor del trabajo duro, incluso cuando un dibujo no sale de acuerdo al plan. El artista ha descrito el sentimiento que esto despierta, y es algo con lo que cualquier persona creativa se sentirá identificada. “Es como si [los dibujos] tuvieran vida propia e intentaran tumbarte para sacar lo peor de ti”, le dice Juarez a My Modern Met. “Estas son las obras de las que aprendes. Cuando un proyecto no sale como esperaba, lo dejo por un rato. Luego, cuando descubro cómo solucionarlo, todo el proceso se convierte en una lección”.

Tuvimos la oportunidad de hablar con Juarez sobre la evolución de su trabajo y sus fuentes de inspiración, incluyendo cómo una escena de la película Kill Bill se convirtió en una de las principales influencias de su estilo de ilustración. Continúa hacia abajo para leer nuestra entrevista exclusiva.

¿Hace cuánto empezaste a dibujar?

Lo intenté por primera vez en 2003, pero duró apenas un mes. Después lo retomé cuando hice un curso de animación 3D en 2010. Trabajé en una película animada en el verano de 2011, y al año siguiente ya estaba trabajando por mi cuenta como ilustrador freelance.

¿Qué te inspiró a iniciarte en el dibujo?

El dibujo es una herramienta para pensar, igual que la escritura, la música, el movimiento, etcétera. Se dice que el dibujo da apoyo al texto, que funciona de acuerdo con el texto, o que el artista trabaja para lo que está escrito. Esos solo son clichés que buscan jerarquizar una disciplina sobre otra. En realidad, la escritura, el movimiento, el dibujo… son herramientas que surgen a partir de las ideas, las emociones, los impulsos y de nuestra capacidad para darles un significado. Cuando elegimos una herramienta para definir una idea, elegimos la herramienta que con la que nos podemos expresar mejor, y esta herramienta, en general, suele ser la palabra, porque es simple y económica; pero eso no quiere decir que sea la más poderosa. El movimiento, el deporte, para mí, es un lenguaje tan válido como la palabra.

Cuando tengo una idea, mi trabajo es descubrir cuáles son las herramientas en las que tengo las mejores habilidades para definir esa idea. O saber a quién puedo convencer para que me ayude con sus habilidades para definir una idea mejor que yo.

Hace años tuve una idea. Sabía que no podía convencer a nadie para que lo dibujara, así que traté de dominar esa herramienta. He pasado 10 años aprendiendo, y al final, he profesionalizado mi propio aprendizaje. Pero siempre lo entendí como un gimnasio; mi objetivo no es la ilustración. Las ideas que tengo no dependen de una sola herramienta o de una combinación específica. No soy dibujante, no soy escritor, no soy carpintero … Solo quiero hacer algunas [historias] y definirlas lo mejor que pueda.

¿Qué recursos utilizas para aprender?

La pieza de animación en Kill Bill fue una revelación. Tarantino logró darme escalofríos, y hasta ese momento no me había imaginado lo que una pieza de animación puede hacer para ponerme la piel de gallina. Estaba buscando un estilo específico, así que abrí la escena en Quicktime, la dividí en cuadros y los vi una y otra vez, uno por uno, como lo haría un niño pequeño.

Por lo general, me dicen que la influencia de Moebius se puede ver en mi trabajo, pero todavía me suena extraño, porque no tengo ningún libro de él, aunque sí tengo un tablero de Moebius en Pinterest. Es, creo, un autor que logró colarse en la cultura popular. De alguna manera es imposible evitarlo, aunque uno no esté considerando conscientemente su trabajo. Además, pudo reunir múltiples fuentes aztecas, y ese es un hito artístico que nosotros, como creadores, compartimos; no podemos dibujar un sombrero en forma de cono sin que nos digan: “se parece a Moebius”.

Actualmente tengo muchas referencias de autores contemporáneos a los que les presto más atención, pero como dije antes, me interesan más las ideas que las técnicas.

En cuanto a la inspiración, has dicho que la “incertidumbre” es uno de los orígenes de tu trabajo. ¿Cómo se refleja esta influencia en tus ilustraciones?

Bueno, cuando alguien me pregunta sobre mi trabajo, se refieren invariablemente a las ilustraciones que he publicado en mi sitio web, comisiones, en gran parte. Cuando trato con una comisión, intento ser práctico, de resolverlo lo más rápido posible y, aún así, de crear un universo propio con el que me sienta identificado, para tener algo a qué aferrarme. Cuando menciono el “caos”, la “incertidumbre”, me refiero a procesos separados que no son públicos, o a proyectos personales. En este sentido, estoy interesado en cualquier cosa con la que no esté de acuerdo, en aquellas ideas que me impiden adoptar una postura coherente y que me hagan cuestionar mi propio punto de vista. Estoy hablando de cuestionarte a ti mismo, tus circunstancias.

Tu trabajo presta mucha atención a lugares extraños que nunca hemos visto. ¿Cuál es el proceso para desarrollar estos microcosmos?

Siempre he fantaseado con ser un nómada, pero ahora soy padre de dos niñas, y creo que eso exige cierta estabilidad. Paso mucho tiempo frente a mi computadora, así que, si no puedo viajar físicamente, espero al menos ir lejos a través de la ficción.

¿Qué es lo que más te gusta de crear lugares misteriosos?

Me interesa la “construcción de mundos”. Me gusta que cada universo responda a sus propias y nuevas reglas. Mi sueño es ser Le Corbusier, poder diseñar una región, un pueblo… una estructura social. Durante 2018, participé en el diseño de futuros especulativos para una gran empresa de telecomunicaciones. Tal vez eso fue lo más cercano que logré a mi objetivo, aunque no tenía espacio suficiente para trabajar desde la perspectiva que tengo en mente.

¿Hay proyectos emocionantes en el horizonte?

Hmm… el horizonte siempre está ahí. Les diré cuando llegue ahí.