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Cada vez queda más claro que las pequeñas acciones pueden tener un gran impacto en el medio ambiente. Además de reemplazar artículos de un solo uso como pajitas y botellas de agua por alternativas reutilizables, una forma de promover la sustentabilidad a menor escala es ser un poco más responsables con nuestra ropa—un enfoque plasmado en el revelador experimento realizado por Julia Mooney.
Mooney, una profesora de primaria de Nueva Jersey, tiene una misión: luchar contra la fast fashion, o moda rápida. En vez de solo hablar con sus alumnos sobre la importancia de considerar el impacto ambiental que tiene la ropa que compramos, optó por demostrar que un acto—o cien—vale más que mil palabras.
El primer día de escuela, Mooney llegó a su clase con un vestido gris de botones. Sin decirles por qué a sus estudiantes, se puso el mismo atuendo al día siguiente. Y al siguiente. Y al siguiente. Finalmente, después de varias semanas de usar el vestido, reveló el experimento a sus alumnos, explicándoles que “no hay ninguna regla que diga que nos tenemos que vestir diferente todos los días”.
Al comprar moda rápida, estamos contribuyendo a lo que Mooney llama una “cultura de excesos”. Esto, explica la maestra, no solo afecta al medio ambiente, sino también a nosotros como individuos—sobre todo a las generaciones más jóvenes. “Esto es algo con lo que lidian todos los días como niños de 12 y 13 años”, dijo a TreeHugger. “Al intentar definirse a sí mismos, suelen identificarse con marcas o con cosas superficiales como sus perfiles de redes sociales. Muchos estaban felices de tener una razón para hablar de lo tonto que es todo esto”.
Aunque Mooney ya dejó de usar el mismo vestido gris todos los días, su proyecto “One Outfit 100 Days” (“Un atuendo, 100 días”) se ha convertido en todo un movimiento. Si quieres unirte a su causa puedes seguirla en Instagram.
En un esfuerzo por luchar contra la moda rápida, la maestra de primaria Julia Mooney usó el mismo vestido durante 100 días.
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Se puso el vestido “para proyectos de cerámica, en ventiscas, lo que sea” demostrando que la moda puede ser sustentable.
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Julia Mooney: Sitio | Instagram
h/t: [TreeHugger]
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