Han pasado 50 años desde la última vez que se vio a un perro cantor de Nueva Guinea en la naturaleza; sin embargo, un grupo de investigadores acaba de hacer un descubrimiento asombroso. Estos singulares perros solo se encuentran en cautiverio en zoológicos o centros de conservación, pero una expedición a una zona remota de Papúa se topó con estos perros musicales. Después de observarlos por primera vez en 2016, el equipo regresó en 2018 para recoger muestras de ADN para confirmar sus hallazgos.
Esta raza de perro extremadamente inusual es conocida por sus vocalizaciones y aullidos únicos. Originario de las tierras altas de Nueva Guinea, esta criatura está estrechamente relacionado con el dingo. En la década de 1970, unos pocos perros salvajes fueron capturados y los 200 perros cantores de Nueva Guinea que hoy están cautivos son sus descendientes. Desafortunadamente, debido al pequeño número de perros salvajes capturados, la población de perros cantores de Nueva Guinea que se encuentra en cautiverio es severamente endogámica.
En 2016, los investigadores de la Fundación de Perros Salvajes de Tierras Altas de Nueva Guinea encontraron 15 perros en tierras protegidas cerca de una mina de oro y cobre. Dos años más tarde, hicieron frente a la gran altitud, un clima impredecible y un terreno extremo para recoger muestras de sangre, pelo y tejidos, y para realizar un examen de salud a los perros. También colocaron collares GPS a dos de los perros para conocer más sobre sus hábitos.
Lo que descubrieron al analizar el ADN de los perros salvajes fue una superposición genética del 70% entre los perros salvajes y los cautivos. La diferencia puede explicarse al recordar que la diversidad genética se ha perdido en los perros cantores de Nueva Guinea cautivos debido a la endogamia. También hay que tener en cuenta que la población silvestre también puede cruzarse con perros domesticados.
“Parecen estar más relacionados biológicamente con una población de perros cantores de Nueva Guinea que descienden de ocho perros traídos a los Estados Unidos hace muchos, muchos, muchos años”, dijo Elaine Ostrander, genetista del Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano de los Estados Unidos y coautora del estudio. “Los perros de conservación son superconsanguíneos; todo comenzó con ocho perros, y se reprodujeron entre ellos una y otra vez durante generaciones—por lo que han perdido mucha diversidad genética”.
Este emocionante descubrimiento ayudará a armar el rompecabezas de la domesticación de perros en Oceanía, ya que la taxonomía de la raza ha sido en gran parte un misterio hasta ahora. Los parientes domésticos más cercanos de esta antigua raza son los akita y los shiba inu. Sin embargo, se cree que esta división ocurrió hace 3,500 años cuando los humanos llevaron a los ancestros de esas razas a Oceanía.
Los investigadores seguramente continuarán sus estudios para ayudar a desentrañar el misterio de la raza e intentar encontrar respuestas a las preguntas que se hicieron cuando se produjo la separación entre los perros salvajes y los domésticos.
h/t: [CNN, The New York Times]
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