La pintura y los pinceles van de la mano. Aunque usar un pincel no es un requisito para pintar (solo basta preguntarle a Iris Scott), son una herramienta casi omnipresente en todos los estudios de un artista. Así, no es de sorprender que exista una gran cantidad de opciones a la hora de elegir tu pincel favorito.
Los pinceles están disponibles en una amplia variedad de formas y tamaños. Desde planos y redondos hasta biselados, cada tipo de pincel tiene un propósito. Por ello, es conveniente tener varios tipos pinceles a tu disposición—igual que con los lápices y bolígrafos.
Los buenos pinceles no son baratos, pero son resistentes y durarán muchos años si los cuidas adecuadamente. Tener una rutina de limpieza, que dependa de tu medio, asegurará su longevidad. ¿Te preocupan las cerdas encrespadas? No te preocupes. Hay una solución fácil para eso.
Sigue leyendo para conocer los diferentes tipos de pinceles, cuándo usarlos y cómo limpiarlos.
Tipos de pinceles
Si eres nuevo en el mundo de la pintura, quizá te sorprenda saber que los pinceles tienen muchas formas y tamaños diferentes. Cada una de las formas tiene su propio uso ideal, dependiendo de lo que vayas a pintar. Algunos, por ejemplo, son más adecuados para cubrir grandes superficies de fondo, mientras que otros son excelentes para los detalles más finos. Tendrás que elegir en función de tu estilo personal de pintura. ¿Te gusta pintar campos de color abstracto o prefieres capturar cada cabello de la cabeza de alguien? Piensa en tus planes para pintar y luego elige los pinceles que mejor te ayuden a conseguir tus objetivos.
Si todavía estás encontrando tu estilo, no temas. Aquí tienes algunos de los tipos de pinceles más populares que debes tener a mano y que te ayudarán a pintar todo tipo de cosas.
Plano
El pincel plano tiene forma cuadrada o rectangular. Las cerdas de este tipo de pincel son todas del mismo tamaño, así que no ofrece tanta precisión como otros en esta lista. Aún así, son excelentes para llenar áreas grandes de color en tu lienzo.
Redondo
El pincel redondo es exactamente como suena—sus cerdas tienen una formación redondeada. Su punta lo hace ideal para pintar líneas finas y detalladas.
Biselado
Los pinceles biselados son similares a los planos, pero sus cerdas tienen forma angular en vez de recta. Esto hace que puedas esparcir pigmento sobre grandes áreas a la vez que te permite pintar esquinas y hacer líneas rectas más detalladas.
Perfilador
Los pinceles perfiladores son similares a los redondos, pero tienen cerdas aún más largas que te dan más control y te permiten crear líneas extrafinas. Son ideales para hacer contornos o lettering.
Lengua de gato
Un pincel lengua de gato es esencialmente un pincel plano con punta ovalada. Sus orillas redondeadas son buenas para difuminar pigmentos.
Conoce más acerca de los mejores pinceles en nuestra útil guía de materiales.
Cómo cuidar tus pinceles
Una vez que hayas adquirido un juego de pinceles que te guste y se ajuste a tus necesidades, debes asegurarte de cuidarlos bien. Esto no requiere mucho esfuerzo de tu parte. Si utilizas los materiales de limpieza adecuados y cumples la regla fundamental de no dejar que el pigmento se seque en el pincel, te aseguramos que durarán muchos años.
Los pigmentos a base de agua y la pintura al óleo utilizan diferentes herramientas de limpieza, pero ambos comienzan de la misma manera: toma un trapo o una toalla de papel y retira la mayor cantidad de pintura de tu pincel como sea posible. Después de eso, aquí te decimos como remover ambos tipos de pintura.
Pintura acrílica, gouache y otros medios a base de agua
Un poco de jabón suave y agua tibia serán tus aliados a la hora de quitar pintura acrílica (y otros medios a base de agua) de tus pinceles. La forma más fácil—aunque sucia—de hacerlo es poner jabón en la palma de tu mano y, con el agua corriendo, mover el pincel de un lado a otro por tu palma hasta que la pintura haya desparecido. Como imaginarás, este método dejará rastros del pigmento en tu mano, algo que no siempre es ideal.
Otra opción, que es bastante útil si pintas mucho, es preparar la mezcla de agua y jabón en un recipiente. No necesitas mucho jabón. Si tu botella de jabón es apachurrable (como la del jabón suave para platos), basta con agregar una cantidad del tamaño de una moneda a una taza (o un poco más) de agua. Pasa los pinceles por la mezcla hasta que queden libres de pigmento y luego ponlos bajo el agua del grifo hasta que queden limpios.
¿Quieres una solución fácil de limpieza de pinceles? Entonces te encantará el kit de limpieza “The Masters”. Incluye una barra de jabón y un frasco de limpiador de pinceles. Solo añade agua y pasa tu pincel por la barra de jabón para remover pintura acrílica, acuarelas e incluso óleos de tu pincel.
Pintura al óleo y otros medios a base de aceite
Usar el kit de limpieza “The Masters” es una forma de limpiar la pintura al óleo de tus pinceles, pero no es la única.
Para cualquier pintura al óleo o pigmento a base de aceite, no puedes permitirte el lujo de utilizar agua y jabón convencionales. Así que querrás tener un par de herramientas a mano. Una es aguarrás mineral inoloro, que eliminará el pigmento del pincel, y la otra es el frasco de limpieza de pinceles Silicoil. El Silicoil es un tarro de cristal con una bobina gigante en su interior. Deberás llenar el tarro de aguarrás hasta la parte superior de la bobina y luego pasarás el pincel sucio por la bobina. El diseño del tarro separa las cerdas del pincel para eliminar rápidamente el pigmento. Una vez que tengas tu pincel libre de pintura, cierra la tapa del tarro y espera a que el sedimento caiga al fondo del mismo. Más tarde, puedes rasparlo y desecharlo según opciones disponibles en tu lugar de residencia.
En el caso del aguarrás con olor, asegúrate de trabajar en un lugar con buena ventilación, ya que el disolvente aromático es perjudicial para la salud. Cuando trabajes con aguarrás mineral te recomendamos usar guantes para limpiar, ya que pueden resecar tus manos.
Cómo reparar un pincel con cerdas dañadas
Si no cuidas bien tus pinceles—o si ya son viejos—puede que notes que empiezan a haber cerdas fuera de su lugar. Esto puede llegar a ser muy frustrante a la hora de pintar, ya que una cerda errante puede poner pigmento fuera de lugar. ¡Pero no los tires todavía! Con solo un poco de agua hirviendo y una cáscara de huevo fresca, puedes hacer que regresen a su forma original.
Empieza por hervir una taza de agua. Una vez que alcance el punto de ebullición, sumerge el pincel en el agua durante unos segundos. Cuando los saques, aplana y dale forma de nuevo a las cerdas. Vuelve a sumergirlo si aún no luce como debería. Una vez que estés feliz con la forma, toma la cáscara de huevo y pasa el pincel por su interior y por la clara que aún queda dentro. Una vez que hayas hecho esto, deja secar tu pincel con las cerdas hacia arriba y ¡listo! Tu pincel debería verse como nuevo.
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