Los pasteles son un material artístico con una larga historia. Estas herramientas ofrecen una gran variedad de tonalidades que te permiten mezclar colores casi de la misma forma que lo harías con las pinturas. Al descubrir la historia y versatilidad de los pasteles, no es difícil entender por qué han sido populares por tanto tiempo.
¿Qué son los pasteles?
Los pasteles son crayones hechos de pigmentos en polvo y un aglutinante, que puede ser resina, goma o arcilla. Los dos tipos de pasteles más populares son suaves y grasos. Cada uno es creado con los mismos pigmentos que encontrarías en otras pinturas, como el óleo. El aglutinante tiene un color neutro de baja saturación para evitar diluir la intensidad del pigmento.
Historia de los pasteles
La historia de los pasteles se remonta al Renacimiento. Se cree que estas pinturas surgieron en el norte de Italia durante el siglo XVI, y se convirtieron en una de las herramientas favoritas de maestros como Leonardo da Vinci y Miguel Ángel, quienes usaban pasteles para bocetar. En ese momento, solo había tres colores en su paleta: negro, blanco y rojo. (Para ponerlo en perspectiva, ¡en la actualidad hay más de 1,600 colores en el mercado!)
Los pasteles se volvieron muy populares durante el siglo XVIII, especialmente en Inglaterra y Francia. Durante ese periodo estuvo de moda tener un retrato hecho con una combinación de colores pastel y pintura de gouache. La fama de los pasteles se desvaneció durante la Revolución, así como después de ella, pues se le identificaba con la frivolidad del antiguo régimen. Aproximadamente en la misma época (principios del siglo XIX), su popularidad también disminuyó en Gran Bretaña.A medida que avanzó el siglo XIX, los pasteles volvieron a los talleres de los artistas. Edgar Degas los utilizó para pintar a sus bailarinas, y Gauguin, Monet y otros siguieron su ejemplo. Hoy en día, las obras creadas por estos pintores siguen siendo algunos de los ejemplos más representativos del uso pasteles en el arte.