Si caminas por el bosque y ves el tocón de un árbol, tal vez pienses que estás frente a un organismo muerto. Sin embargo, existen razones para creer que hay más en los tocones de los árboles de lo que vemos a simple vista. De hecho, gracias a la ayuda de otros árboles en el bosque, es posible que todavía estén vivos. Hace poco, un grupo de investigadores en Nueva Zelanda publicó un estudio sobre este fenómeno, al que llaman acoplamiento hidráulico.
Al colocar monitores sobre un tocón con tejido vivo creciendo de él y en los árboles circundantes, los investigadores notaron algo interesante. Normalmente, los árboles necesitan de su follaje verde para mantenerse vivos y crecer; sin embargo, descubrieron que el tocón vivo tenía un complejo sistema de raíces que se conectaban a las de un árbol cercano. Al aprovechar el sistema radicular más grande, el tocón pudo acceder al agua y los nutrientes de su vecino, manteniéndose con vida.
Se trata de un fenómeno increíble que habla de la conectividad entre los árboles y de su capacidad para ayudar a los “miembros de la comunidad” que más lo necesitan. Este tipo de intercambio de recursos es uno de los muchos detalles fascinantes que aparecen en el famoso libro de Peter Wohlleben, The Hidden Life of Trees: What They Feel, How They Communicate (“La vida secreta de los árboles: Qué sienten y cómo se comunican”). En él, Wohlleben propone que pensemos en los árboles como familias humanas, y en los bosques como redes sociales. Cuando se ve de esta manera, no parece extraño en absoluto que un árbol fuerte comparta libremente sus recursos para mantener vivo a un tocón.
El estudio neozelandés también descubrió que el árbol más fuerte no se perjudicaba a sí mismo durante este proceso. En el día, cuando el árbol evaporaba agua a través de sus hojas, el tocón recibía pocos nutrientes. Sin embargo, una vez que llegaba la noche y la evaporación se hacía más lenta, el tocón podía acceder al agua y a los nutrientes del árbol mayor. Lo mismo ocurría durante los días lluviosos o nublados, cuando la evaporación del árbol era mínima.
Así que, la próxima vez que te encuentres paseando por un bosque, tómate un momento para mirar a tu alrededor y maravillarte ante la complejidad de los organismos que te rodean. Los seres humanos no somos los únicos que nos unimos para ayudar a nuestra comunidad en tiempos de necesidad.
Investigadores han descubierto que un tocón de árbol puede mantenerse con vida gracias a los recursos de los árboles cercanos.
h/t: [NewScientist]
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