El fotógrafo Benjamin Von Wong ha dedicado su carrera profesional a crear imágenes con un mensaje social. Llevando su práctica creativa al máximo, Wong hace hincapié en los problemas medioambientales y busca crear conciencia sobre la cantidad de basura que producimos, así como las acciones que podemos tomar para hacer una diferencia. Para su más reciente pieza, el fotógrafo se inspiró en la frase “solo es una pajilla, dijeron 8 mil millones de personas”.
Aunque las pajillas de plástico parecen nada cuando pensamos en contaminación plástica, la realidad es que son casi imposibles de reciclar. La Coalición de Contaminación Plástica estima que a diario se usan más de 500 millones de pajillas en los Estados Unidos, siendo utilizadas en cafeterías, restaurantes y cafés por todo el país. Sin embargo, y como señala Wong, las pajillas son son uno de los tipos de plásticos de un solo uso más fáciles de rechazar.
Con el deseo de mostrar al público como una acción pequeña puede tener grandes consecuencias, Von Wong empezó a construir su instalación titulada Strawpocalypse. En vez de solo comprar las más de 100,000 pajillas de plástico que necesitaría para el proyecto, decidió complicar su tarea un poco. Con ayuda de Zero Waste Saigon, Starbucks Vietnam y cientos de voluntarios, el fotógrafo logró recolectar 168,000 pajillas de plástico a lo largo de seis meses.
“El problema del plástico está o lejos de nuestra vista y de nuestros pensamientos—o tan omnipresente que se vuelve invisible. Quería usar el arte para hablar de ambos ángulos—creando algo hermoso y único a partir de una tragedia medioambiental”, escribe Von Wong.
Para hacer realidad su visión de la “separación del mar de plástico”, los voluntarios pasaron dos semanas lavando y clasificando las pajitas por colores. Se utilizaron pajillas verdes, negras y azules para el cuerpo de la ola, blancas para la espuma y amarillas para la arena. También se utilizaron pajillas transparentes para los puntos de transición y como relleno.
Haciendo de esta una instalación de arte verdaderamente reciclada, las bolsas de plástico recogidas por el equipo actuaron como soportes para las pajillas y como difusores de las luces LED. Se formó una cadena de montaje para construir la compleja estructura, que terminó alcanzando una altura de casi 11 pies (3.3 metros). Las pajitas se acomodaron como si fueran trazos de un pincel a lo largo de un esqueleto construido por un escenógrafo, dando la ilusión de un mar separado.
La instalación completa estará a la vista en Estella Place de Ho Chi Minh hasta el 24 de marzo de 2019. Al crear una pieza estructural de tal escala, Von Wong pone al público frente a la dura realidad: una pequeña pajilla puede constituir un gran problema.