Todo niño sueña con encontrar un tesoro. Para Milly Hardwick, de 13 años, esto se hizo realidad de una manera inesperada. Mientras exploraba un campo cerca de Royston, Inglaterra con un detector de metales en compañía de su padre y su abuelo, la adolescente británica colocó el aparato sobre el lugar correcto y encontró oro, casi literalmente. Una vez que el sonido agudo del detector los alertó sobre su hallazgo, Hardwick y su padre comenzaron a excavar. Lo primero que encontraron fue un artefacto antiguo: un hacha de casi 3,000 años de antigüedad.
“Estaba en shock”, Milly dice sobre su sorprendente descubrimiento. “Estábamos muertos de risa”. Los tres bailaron emocionados mientras seguían excavando para ver qué más podría haber debajo de la tierra. En total, desenterraron un tesoro de 65 artefactos antiguos entre los que habían lingotes, fragmentos de hachas y otros fragmentos de hojas de bronce. Cuando los arqueólogos de Oxford Archaeology East fueron notificados para que excavaran profesionalmente el sitio, encontraron otro tesoro a solo dos metros y medio del que descubrió por primera vez la familia Hardwick. Entre los dos tesoros escondidos, dieron con un total de 200 artículos.
Tras una inspección más detallada del hallazgo, el comité de medio ambiente del Concejo del Condado de Cambridgeshire confirmó que los objetos datan de la Edad del Bronce. Este periodo, que en Gran Bretaña abarcó aproximadamente desde 2300 a. C. hasta 800 a. C., fue cuando las primeras armas y joyas de metal comenzaron a llegar al país, y la gente comenzó a fabricar herramientas a partir de aleaciones metálicas como el bronce. Durante la Edad de Bronce también se construyeron monumentos antiguos como Stonehenge.
Sin duda, su origen antiguo hace que el hallazgo de Hardwick sea bastante valioso. Sin embargo, si se determina que los artefactos descubiertos son “tesoros” según las leyes británicas, es decir, objetos hechos de al menos un 10 por ciento de oro o plata y de al menos 300 años de antigüedad, será ilegal venderlos. En cambio, un comité primero tendrá que calcular su valor. Entonces, si un museo quisiera adquirir los objetos, quienes los encontraron o los propietarios podrían reclamar una recompensa.
Pero para Hardwick, el dinero no es la parte más importante. Desde su gran descubrimiento, la adolescente ha seguido llevando su detector de metales la mayoría de sus paseos de fines de semana con su padre y su abuelo, esperando otro gran hallazgo. Toda la experiencia la ha inspirado a convertirse en arqueóloga cuando sea mayor.
Milly Hardwick, de 13 años, encontró un tesoro de la Edad del Bronce mientras paseaba con su detector de metales.
h/t: [ARTnews]
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