En el corazón de la capital de Kazajistán se encuentra el Parque Presidencial, un enorme espacio público frente al Palacio Presidencial Ak Orda. Este combo único de paisaje y arquitectura forman parte del renacimiento de Astaná como la capital del antiguo país soviético. Con una extensión de casi 243,000 metros cuadrados, este oasis verde lleno de simbolismo es una de las joyas de la ciudad.
La pieza central de este diseño al aire libre es una singular fuente que, cuando es vista desde arriba, recuerda a la silueta de un pájaro. En realidad, no se trata de cualquier ave, si no de un Samruk, una criatura mitológica que simboliza la vida y la libertad. Cada mañana la fuente amanece seca, y sus cuencas de granito forman una plaza peatonal. A lo largo del día, la cuenca es llenada poco a poco por chorros de agua que después cae en cascada, como si fuera un río.
La fuente Samruk conduce orgánicamente a otra pieza central del Parque Presidencial: el Palacio de la Paz y la Reconciliación. Después de abrir en 2006, la pirámide de 77 metros de altura se ha convertido en uno de los recintos de eventos más importantes del país y una atracción cultural de la ciudad. El edificio fue diseñado por el arquitecto británico Norman Foster de Foster + Partners, quien también creo el famoso “Gherkin” de Londres.
A través de su singular arquitectura paisajística, el Parque Presidencial de Astaná muestra la independencia de la nueva ciudad capital.
Astana Presidential park | Archnet
Bird's eye view of the fountain Samruk | Archnet
El Palacio de la Paz y la Reconciliación, diseñado por Norman Foster, se sitúa al centro de parque.
Revestido en granito de color claro y cubierto con vitrales con motivos de palomas, el palacio fue creado para albergar el Congreso Trienal de Líderes de Religiones Mundiales y Tradicionales de Astaná. Este congreso reúne a líderes religiosos y políticos de todo el mundo para discutir temas de seguridad y sobre cómo combatir el extremismo. Por lo tanto, el palacio tiene instalaciones dedicadas a las principales religiones del mundo. El recinto también cuenta con una casa de ópera, un museo de cultura, una biblioteca y un centro de investigación, lo que lo convierte en un símbolo importante de la apertura de Kazajistán para dar la bienvenida a otras culturas y vivir en paz.
El Palacio Presidencial de Ak Ordase encuentra al otro lado del río Ishim, con su cúpula azul y dorada que se alza sobre el paisaje urbano de la capital kazaja.
Directamente al otro lado de la fuente, cruzando el río Ishim, se encuentra el Palacio Presidencial. Su cúpula azul y dorada refleja los colores de la bandera kazaja y en su cima brilla un un sol dorado con un águila volando debajo de ella. Aunque no es la residencia del presidente, el Palacio Presidencial es el edificio administrativo oficial del presidente y su equipo.
El área es un increíble triunfo del diseño y un excelente ejemplo de una ciudad planificada. Después de convertirse en la capital del país en 1998, el área urbana de Astaná se transformó radicalmente y se reorganizó bajo un plan maestro creado por el arquitecto japonés Kisho Kurokawa. De la misma manera en que Washington, D.C. y Brasilia son ciudades capitales planificadas (de Estados Unidos y Brasil, respectivamente), Astaná ha utilizado su arquitectura y planificación urbana para reflejar su nuevo papel como la capital de Kazajistán.
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