Fascinada por la conexión entre el ser humano y la naturaleza, Anna Isabella Christensen comenzó su aventura con la fotografía hace varios años. Christensen se especializa en los autorretratos fotográficos y siempre lleva su cámara cuando sale de excursión. Cuando la inspiración llega, se pone el vestido que lleva consigo y pone manos a la obra. Aunque esta práctica ha producido algunas imágenes increíbles, nada es más espectacular que su reciente serie de selfies en Islandia.
Christensen pasó varios meses en Islandia y tuvo la suerte de estar allí durante la reciente erupción de un volcán cerca de Reikiavik. Mientras que miles de personas van de excursión para ver la erupción todos los días (y muchos fotógrafos han documentado el acontecimiento), Christensen buscaba algo diferente. Inspirada por el poder del volcán, volvió 25 veces para crear un impresionante conjunto de autorretratos, ninguno de los cuales ha sido manipulado digitalmente.
Interesada por cómo brillaba la lava por la noche, así como durante el amanecer y el atardecer, pasó muchas tardes cerca del volcán. Al hacerlo, se benefició de tener la zona casi para sí misma, por lo que no tuvo que preocuparse por esquivar a las multitudes en las fotos. Manteniéndose siempre a una distancia segura, experimentó con diferentes composiciones mientras su cámara estaba colocada en un tripié con un temporizador.
“La mayoría de las veces se me ocurrían las composiciones después de llegar al lugar de la erupción, dependiendo del aspecto que tuviera esa noche; cada noche era diferente. A veces se me ocurrían ideas para el día siguiente, ya que solo podía hacer una sesión de fotos por visita debido al frío”, cuenta Christensen a My Modern Met. “Hacía tanto frío allí que hacía muchas fotos de prueba antes de cada sesión de fotos para encontrar las mejores composiciones. Tenía que estar completamente segura de que ponerme el vestido valiese la pena, ya que solo podía posar durante un tiempo muy limitado debido al frío”.
Aunque la mayoría de los autorretratos de Christensen exploran temas como la paz y la armonía, estas imágenes son muy diferentes. “Esta serie trata sobre la liberación de lo viejo y del renacimiento, un fuego sanador que elimina todo lo que ya no nos sirve para que podamos ser libres de vivir la vida que queremos. Esto es lo que sentí mientras pasaba el tiempo allí: se sentía como un nuevo comienzo e incluso me llevó a tomar algunas nuevas decisiones de vida. Espero que otros sientan esta energía transformadora cuando vean mis fotos de la erupción. Espero que inspiren fortaleza y valentía”.
No hay duda de que estas fotografías irradian energía. Y saber que Christensen no manipula el fondo de ninguna manera es aún más emocionante. Mientras posa con su vestido rojo, mirando con orgullo hacia arriba, es imposible no sentir la emoción que la mueve. Ha conseguido aprovechar la naturaleza de forma respetuosa y hacer que se una a ella para producir esta conmovedora serie de autorretratos.