Para el fotógrafo Omar Z. Robles, unas vacaciones a su tierra natal, Puerto Rico, se transformaron en un sombrío recordatorio de los retos que enfrenta la isla. Ocho años después de mudarse a Nueva York, Robles decidió pasar una larga temporada en la isla. Lo que se encontró fue con una dura realidad.
Como artista visual, Robles permite que el entorno natural guíe sus decisiones creativas, colocando a bailarines locales en escenarios que transmitan los obstáculos que viven los pobladores. Aunque Robles ha fotografiado a bailarines en Puerto Rico en varias ocasiones –como unos meses después del Huracán María–, esta visita extendida le permitió adentrarse en la realidad local. Desafortunadamente, lo que presenció fue un lento decaimiento que precede al desastre natural de 2017, y esta sensación de pérdida impregna sus nuevas fotografías.
“Los lugares que presencié durante mi juventud se están convirtiendo en pueblos fantasma, devorados desde el interior. Con su partida, las memorias de nuestra historia colectiva también desaparecen”, escribe Robles. “Nos vemos obligados a ver nuestro país literalmente hecho pedazos. Sin alguien que restaure estos espacios, los puertorriqueños se convierten en víctimas de una guerra fría económica y ecológica que los mata en silencio. Me afectó y solo estuve allí por varias semanas. Honestamente, no puedo imaginar el impacto emocional que estas imágenes tienen en mis compatriotas puertorriqueños todos los días”.
En esta serie, vemos a bailarines, elegantes y llenos de gracia, en escenarios abandonados y en decadencia. Los artistas posan en escaleras que no llevan a ningún lugar y saltan sobre basura. A medida que la naturaleza comienza a adentrarse y ganar terreno en casas, teatros y centros comunitarios olvidados, el trabajo de Robles –que suele tener un tono optimista– adquiere un giro desolador. Sin soluciones a la vista, es difícil encontrar esperanza en la oscuridad. Tomada por completo en 35mm, la serie es una mirada directa a los efectos de la negligencia, en la que los bailarines representan la fuerza de los puertorriqueños, quienes luchan a diario por salir adelante.
“Junto con los bailarines, ocupamos y reclamamos estos espacios por unos momentos. Tal vez intentar una despedida, o mejor aún plantar la semilla para un futuro esperanzador”, dice Robles. “Como artistas, a veces nuestro deber es sacar a la superficie el dolor que llevamos dentro y esperar que podamos ayudar a sanar a otros al ventilar las heridas y compartir el dolor. Juntos”.
Recientemente, el fotógrafo Omar Z. Robles pasó mes y medio en su tierra natal, Puerto Rico.
Al fotógrafo le sorprendió la cantidad de edificios abandonados, que reflejan los grandes problemas de la isla.
“No puedo evitar retratar las cosas que me conmueven y me afectan, incluso si llegan a estremecedoras”.
“Como artistas, a veces nuestro deber es sacar a la superficie el dolor que llevamos dentro y esperar que podamos ayudar a sanar a otros al ventilar las heridas y compartir el dolor. Juntos”.
Omar Z. Robles: Sitio | Instagram | Blog | Facebook
My Modern Met obtuvo permiso de Omar Z. Robles para reproducir estas imágenes.
Artículos relacionados:
Sesiones fotográficas espontáneas capturan el excepcional talento de los bailarines más jóvenes
Artista interpreta deslumbrante coreografía en la piscina más profunda del mundo
10+ Regalos creativos para bailarines que celebran el arte en movimiento