Hasta finales de noviembre, las figuras de bronce del escultor Bruno Catalano habitarán la laguna veneciana. Sus Viajeros—o Les Voyageurs—son individuos fracturados y fragmentados, cada uno siguiendo su propio camino. En una colaboración con Ravagnan Gallery para la 58º Bienal de Venecia, treinta de sus Viajeros más recientes forman un recorrido por la ciudad. Colocados en teatros, iglesias y palacios históricos, estas figuras “incompletas” están conectadas conceptualmente, pero sus viajes son únicos.
Los Viajeros de Catalano son, de alguna forma, un reflejo de su propia vida. Nacido en Marruecos, el artista y su familia se vieron obligados a exiliarse en Marsella a mediados de los años 70. Este gran cambio, que tuvo lugar cuando era un adolescente, dejó una impresión duradera y forjó su futuro. Después de probar diferentes profesiones, el artista finalmente decidió dedicarse a la escultura a la edad de 30 años. Su carrera despuntó en 2005, cuando una escultura suya fue descubierta por un galerista parisino. A partir de ahí, la destreza técnica de Catalano se ha desarrollado junto con los intensos aspectos psicológicos que hay detrás de su arte.
Sus Viajeros están llenos y a la vez vacíos; después de todo, les faltan partes fundamentales para estar completos. Por eso, están en constante búsqueda de las piezas que les faltan. En Venecia, las esculturas de Catalano han encontrado su lugar en sitios icónicos como el Teatro Goldoni, del siglo XVII, donde se integran y a la vez destacan de su entorno. Culminando en un llamativo retablo en el interior de la iglesia de San Gallo, donde se encuentran figuras de bronce y terracota, su obra tiene un mensaje inquietante. Yuxtaponiendo la fragilidad de la terracota y la permanencia del bronce, Catalano nos dice una vez más que todo lo que parece sólido se puede romperse en un instante.
“En mi trabajo, siempre busco el movimiento y la expresión de los sentimientos, salgo de la forma y les otorgo inercia para darles vida”, declara Catalano. “Viniendo de Marruecos, yo mismo cargué estas maletas llenas de recuerdos que represento con tanta frecuencia. No sólo contienen imágenes, sino también experiencias, deseos: mis raíces en movimiento”.
Las instalaciones in situ de Bruno Catalano estarán expuestas actualmente en toda Venecia hasta el 24 de noviembre de 2019.
Las esculturas de bronce de Bruno Catalano se encuentran dispersas por toda Venecia con motivo de la Bienal de Venecia de 2019.
Sus Viajeros tratan temas de vacío y pérdida, ya que carecen de piezas esenciales de sí mismos.