Cómo dibujar un paisaje realista en cuatro pasos
Este proceso para dibujar paisajes realistas funciona en cualquier terreno. Usando los mismos cuatro pasos podrás diseccionar hasta los espacios más concurridos para lograr traducirlos sobre el papel.
Antes de empezar, asegúrate de tener una muy buena vista de tu paisaje, ya sea que lo estés copiando de la l¡vida real o de una fotografía. Siempre es mejor dibujar las cosas en el lugar—ya que ayuda a mejorar tus habilidades de observación—pero a veces simplemente no es posible. En ese caso, busca una foto que tenga mucho luz y donde los detalles del paisaje se vean con mucha claridad.
Paso 1: Traza las grandes formas.
Izquierda: Tracy Adams (fuente) | Derecha: Sara Barnes / My Modern Met
El proceso para dibujar un paisaje es parecido a un embudo. Deberás comenzar trazando las formas generales y gradualmente agregar los detales más pequeños. Para empezar tu dibujo, crea una composición que sea de la misma escala que tu fuente. Tal vez la hoja de papel entera se ajusta a la escala de tu foto, por ejemplo, o quizás tengas que crear tu propia escala (como hicimos nosotros).
Una vez que hayas definido tu composición, mira las grandes formas en el paisaje, así como donde cae la línea del horizonte. ¿Qué es lo que más te llama la atención? ¿Es la silueta de las colinas? ¿Los cactus grandes? Árboles que se extienden a lo ancho de la página? Traza estas grandes formas en el papel. Pueden ser trazos muy sueltos y ligeros—después afinaremos sus bordes—ya que servirán de guía para el resto del dibujo. Por esta razón, asegúrate de tomarte el tiempo para hacer bien estos elementos. De lo contrario, pueden alterar tu resultado final.
Paso 2: Refina el contorno.
Foto y arte: Sara Barnes / My Modern Met
Una vez que tengas las bases, empieza a refinar el contorno. Comienza con las figuras grandes que acabas de dibujar y observa con atención sus bordes. En nuestros cactus grandes, por ejemplo, el cuerpo de la planta no es recto—en algunas partes es ondulado. Define estas líneas recargando más el lápiz.
Una vez que hayas definido las figuras grandes, vuelve a estudiar el paisaje. Hay otros elementos del entorno que, aunque no tan grandes, siguen siendo partes importantes de la composición. Esto incluye rocas grandes, arbustos y cosas que están en la distancia. Utilizando las formas grandes como guía para la colocación, dibuja estos elementos.
Step 3: Sombrea la composición.
Foto y arte: Sara Barnes / My Modern Met
Ahora que los elementos principales de la composición están esbozados, es natural querer empezar a dibujar los detalles. Pero, ¡todavía no! Lo que hace que un paisaje parezca realista no son todos los pequeños arbustos y árboles—aunque ayudan—, sino las tonalidades del lugar. Las sombras y luces le darán profundidad a su pieza, por lo que el siguiente paso es copiar el sombreado que ves en la imagen de origen.
Foto y arte: Sara Barnes / My Modern Met
Trabajando desde el fondo hasta el primer plano, empieza a añadir sombreado tonal a tu composición. A medida que avanzas, compara el área que está sombreando con otra área que esté justo al lado. ¿Es más oscura o más clara? Además, ¿esta sección es más oscura o más clara que otras partes del dibujo? Al evaluar y comparar constantemente, te asegurarás de que los tonos de su pieza sean consistentes y correctos.
Paso 4: Dibuja los detalles.
Foto y arte: Sara Barnes / My Modern Met
Hemos llegado al final del embudo. Ahora, por fin llegó la hora de dibujar los detalles. Empezando desde el fondo y avanzando al primer plano otra vez, usa tu lápiz para añadir los elementos que dan vida al paisaje. Los lápices B oscuros son ideales para arbustos y maleza. El lápiz HB funciona bien para el pasto y las texturas de las rocas. Aquí es donde entra en juego el lápiz H: para las partes del paisaje que están en primer plano, usa el grafito más fino para definir estos rasgos.
Foto & arte: Sara Barnes / My Modern Met
¿Te sientes abrumado por la cantidad de detalles que hay? No te preocupes por capturar cada detalle. Simplemente dibuja los elementos que te parezcan más llamativos y captura la esencia del paisaje— justo por eso lo estamos dibujando. No porque queramos registrar todo, sino porque queremos que otros también se conecten con el espíritu de un lugar.
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