A lo largo de tres semanas, un equipo de científicos abordo del buque de investigación Falkor del Schmidt Ocean Institute exploró los montes submarinos en las profundidades del mar en Costa Rica; en particular, examinaron las aguas que rodean el Parque Nacional Isla del Coco, y quedaron maravillados por el ecosistema de la zona. Los investigadores descubrieron varias especies nuevas, y esperan que sus hallazgos les permitan comprender más sobre cómo estos montes submarinos proveen un corredor esencial para los animales marinos.
Isla del Coco fue declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1997. Este parque nacional está rodeado por aguas profundas y cuenta con un ecosistema marino diferente al de todas las islas de la región. Usando vehículos operados por control remoto, los investigadores realizaron 19 inmersiones para explorar las profundidades marinas, y algunas llegaron a miles de metros de profundidad. Los hallazgos fueron impactantes, para bien y para mal.
Los científicos fueron liderados por el Dr. Erik Cordes de la Universidad del Temple, quien ha estudiado la vida marina de todos tamaños, desde pequeños microbios hasta peces y corales. En el transcurso de sus inmersiones, descubrieron al menos cuatro nuevas especies de coral de aguas profundas y otros seis animales nuevos. Al inspeccionar estos montes submarinos por primera vez, los investigadores aprendieron mucho más sobre las comunidades de corales alojadas allí y cómo protegerlas de posibles amenazas.
Las imágenes que obtuvieron son una mirada fascinante a la biodiversidad que existe muy por debajo de la superficie del mar. Entre los descubrimientos destaca un ejemplar de coral negro que mide unos 2 metros de altura, lo que lleva a los científicos a creer que tiene aproximadamente 1,000 años de antigüedad.
“Esta nueva investigación apoyará los esfuerzos de Costa Rica para conservar estos importantes hábitats al ofrecer una base de referencia de las increíbles especies y ecosistemas que se encuentran en las áreas más profundas, que no siempre reciben la atención que merecen”, dice Wendy Schmidt, cofundadora del Schmidt Ocean Institute. “Una de las cosas más importantes que podemos hacer en este momento es entender cómo funcionan estas comunidades, por lo que, si hay cambios en el futuro, tendremos la capacidad de medir el impacto humano”.
Desafortunadamente, sus hallazgos también muestran que los humanos ya han afectado este ecosistema. Durante su inmersión a 3,600 metros de profundidad, descubrieron una gran pila de basura. A medida que aumentan las amenazas a las especies que habitan montañas submarinas por parte de las industrias pesqueras y energéticas, los investigadores trabajan más rápido que nunca para analizar e implementar medidas para proteger a estos organismos vulnerables.
“Cada inmersión continúa sorprendiéndonos”, dijo Cordes. “Descubrimos especies de corales pétreos de arrecifes a más de 800 metros de profundidad en dos montes submarinos diferentes. Los registros más cercanos de esta especie provienen de las aguas profundas alrededor de las Islas Galápagos. El mar profundo es el hábitat más grande de la Tierra. Comprender cómo funciona ese ecosistema nos ayudará a comprender cómo funciona el planeta en conjunto “.
El buque de investigación Falkor del Schmidt Ocean Institute pasó tres semanas explorando los montes submarinos en las aguas profundas alrededor del Parque Nacional Isla del Coco en Costa Rica.
Descubrieron al menos cuatro nuevas especies de arrecifes coralinos y otros seis nuevos animales.
Desafortunadamente, también descubrieron basura humana a más de tres kilómetros por debajo del nivel del mar, lo que hace que su trabajo para preservar el frágil ecosistema sea aún más urgente.
h/t: [IFL Science!]
Todas las imágenes vía Schmidt Ocean Institute.
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