Greg Lecoeur habla de su increíble carrera como fotógrafo submarino

Si sigues de cerca la fotografía submarina, ya debes conocer el maravilloso trabajo de Greg Lecoeur. Como profesional de primer nivel en este campo, el trabajo de este fotógrafo francés es publicado regularmente en revistas especializadas como Sport Diver y Scuba Diving Magazine. Además, Lecoeur encabeza regularmente la lista de ganadores de importantes concursos de fotografía, y más recientemente fue nombrado Underwater Photographer of the Year (“fotógrafo submarino del año”).

La capacidad de Lecoeur para capturar momentos extraordinarios bajo el agua e inmortalizar el espíritu de la vida marina hace que su trabajo sea reconocible al instante. Ya sea fotografiando focas en el mar Ártico o tortugas gigantes en las Galápagos, Lecoeur es capaz de producir constantemente fotografías impactantes que desentrañan el misterio de la vida bajo el mar.

Curiosamente, Lecoeur es autodidacta y fue su su pasión por el mar lo que lo inspiró a seguir esta profesión. Esta pasión tiene su origen en su infancia, ya que creció en Niza. Este tiempo en la Costa Azul de Francia despertó una curiosidad por el océano que nunca ha decaído. De hecho, solo ha crecido con el tiempo.

Tuvimos la oportunidad de hablar con Lecoeur sobre su transición a la fotografía submarina, cómo desarrolló su estilo personal, así como sus consejos para los fotógrafos que buscan dejar su huella en los concursos de fotografía. A continuación, lee la entrevista exclusiva de My Modern Met.

Creciste en la Costa Azul de Francia, por lo que siempre estuviste cerca del mar, pero ¿qué te impulsó a transformar este amor por el agua en tu profesión?

Desde mi más tierna infancia me ha apasionado la biología marina y siempre he soñado con hacer un trabajo en contacto con la naturaleza. Pero la vida había decidido lo contrario. Después de estudiar negocios, trabajé por mi cuenta durante 10 años hasta que mi pasión se hizo más fuerte que cualquier otra cosa. Luego, dejé todo atrás para dar la vuelta al mundo en modo mochila con mi cámara submarina, haciendo trabajos ocasionales como instructor de buceo con la esperanza de convertirme algún día en fotógrafo profesional. Después de un año de viajar por los océanos y fotografiar criaturas marinas con mi propio estilo y apariencia, mi portafolio sobresalió y me impulsó a la vanguardia del escenario.

¿Cómo decidiste unir la fotografía con tu amor por el buceo y qué pasos tomaste para desarrollar tus habilidades?

Mi principal pasión es la biología marina, incluido el estudio del comportamiento animal y la comprensión de los ecosistemas marinos. El buceo es una forma de acceder a esta pasión, y la fotografía acerca este mundo de silencio al público en general.

Al vivir en Niza, en la Costa Azul, aprendí a bucear a una edad muy temprana, primero buceo en apnea y luego buceo con escafandra autónoma. Durante mi viaje por el mundo para bucear, aprendí fotografía submarina practicando en el campo y soy autodidacta.

¿Qué fotógrafos submarinos (pasados o presentes) te inspiran?

Primero que nada, me arrullaron las aventuras del comandante Cousteau y luego crecí con la película Le Grand Bleu; ambas fueron fuentes de inspiración.

En cuanto a los fotógrafos submarinos, muchos de ellos son muy inspiradores. David Doubilet es para mí la leyenda de la fotografía submarina, pero otros fotógrafos talentosos son fuentes de inspiración: Paul Nicklen, Brian Skerry, Laurent Ballesta, Yves Lefevre.

Como creador, es muy importante destacar. ¿Cómo le hiciste para desarrollar tu propio estilo y enfoque bajo el agua?

Pasando mucho tiempo en el agua y practicando, he domesticado mi cámara y su sensibilidad, lo que me permite ajustar mi configuración fotográfica mientras pienso en cómo manejo la posproducción. También estudio mucho a los sujetos animales que voy a fotografiar para comprender su forma de vida y anticipar su comportamiento.

¿Qué lugar te parece particularmente inspirador y memorable para fotografiar?

En todo el mundo, la naturaleza está en pleno apogeo. Dondequiera que estemos, estamos rodeados de la belleza de la naturaleza. Es difícil tomar una decisión, pero algunos destinos están en mi corazón: Galápagos, Antártida, Sudáfrica, Polinesia Francesa.

Te ha ido muy bien en concursos internacionales de fotografía. ¿Qué significan estos reconocimientos para ti?

Básicamente, no quería entrar en concursos porque la fotografía es, para mí, una forma de compartir y no una competencia. Pero es un paso obligatorio para ganar renombre y una excelente manera de ser reconocido por tus compañeros.

Al ser premiado en un concurso que sea accesible a un gran número de personas, para mí, el reto es volver cada año con nuevas imágenes que estén nominadas entre las fotos más bonitas del año. Mostrar regularidad, talento especial y creatividad es una forma de reconocimiento a largo plazo.

¿Qué consejo darías a los fotógrafos submarinos que quieren dar a conocer su trabajo?

Los concursos son una excelente manera de compartir tus imágenes y ofrecen una gran visibilidad, pero no son suficientes para convertirse en un profesional que vive plenamente de su pasión. También me gustaría aprovechar esta oportunidad para decir que publicar gratis o sin compensación en una revista tampoco abre puertas, todo lo contrario. Veo muchos fotógrafos en busca de fama que harán cualquier cosa por tener una publicación, esto es un error porque devalúa su trabajo y daña la profesión. Sobre todo, creo que lo más importante es hacer las imágenes que nos gustan y aunque nos lleve un poco de tiempo, el talento acaba pagando.

Con las vías fluviales del mundo en tan gran peligro y la vida marina luchando por sobrevivir, ¿cuál crees que es tu papel para ayudar al público a comprender lo que está en juego?

Mi trabajo es asombrar al público con mis imágenes, concienciar sobre la fragilidad y fomentar la preservación del mundo marino. Pero hoy, ya no es el momento de crear conciencia, sino de actuar.

Además de mis imágenes, trato de involucrarme cada vez más porque estamos en el proceso de destruir nuestro planeta y la solución, en mi opinión, está en las acciones diarias de cada uno de nosotros. Hoy en día, el público necesita conocer las herramientas y soluciones para participar en el cambio de estilo de vida y consumo.

¿Has visto cambios en la vida bajo el agua desde que comenzó tu carrera?

Sin duda, las poblaciones de peces están disminuyendo. Los cambios están principalmente en el aumento de las temperaturas, que afecta el clima y cambia el ciclo de vida. La contaminación plástica es una calamidad cada vez más presente. Pero la sobrepesca es un desastre.

Estoy trabajando en un proyecto de pesca ilegal de tiburones. Recordemos que los tiburones son vitales para la salud de los océanos: en la parte superior de la cadena alimentaria, regulan el ecosistema. Sin embargo, son masacrados a gran escala por el valor de sus aletas, con el tráfico internacional igual al narcótico, tan rentable que es.

Otro ejemplo es el camarón. La pesquería de camarón es la menos selectiva y aproximadamente el 90% de la captura incidental se descarta en el mar. Por eso necesitamos cambiar nuestros patrones de consumo. Habiendo dicho eso, también estoy documentando cosas buenas. Desde la moratoria de la prohibición de la caza de ballenas, las poblaciones de ballenas jorobadas han vuelto casi a la normalidad. Cuando uno se sumerge en áreas marinas protegidas, la biodiversidad y la abundancia de vida son increíbles.