Eric Rieger, un artista contemporáneo también conocido como HOTTEA, dice que puede resumir su obra en una oración: “Mi trabajo trata sobre el color, los números y las experiencias humanas”. Si bien esta descripción es simple y directa, sus instalaciones creadas con estambre son todo menos eso. Con innumerables hebras de colores, estas piezas deslumbran a todos por igual. Sin embargo, para HOTTEA, la historia detrás del material es lo que da forma a su arte.
“Mi trabajo comenzó con la base del uso del estambre”, relató el artista a My Modern Met. “Desde mis primeros experimentos, he construido sobre esta base y ahora creo instalaciones que se adaptan a los espacios”. HOTTEA señala que estos “primeros experimentos” fueron facilitados por su abuela, ya que ella le enseñó a tejer cuando él tenía solo cuatro o cinco años. Si bien este recuerdo vivió en su subconsciente por muchos años, no consideró usar estambre hasta que se cansó del graffiti, una disciplina que probó antes de entrar de lleno a la instalación.
Mientras trabajaba con pintura en aerosol para expresar su creatividad, no tardó en darse cuenta de que no le gustaba la parte secreta del graffiti. Decidió abandonarlo y, en cambio, se dedicó a un esfuerzo mucho más personal. “Después de que dejé de hacer pintas ilegales con aerosol, sentí un vacío artístico en mi vida”, dijo. “Quería que este nuevo proyecto se distinguiera de mi vida pasada como artista del graffiti. Ya no quería crear arte por la noches ni a escondidas de mi familia. Quería que mis obras se trataran sobre ellos y ser muy abierto al respecto. Si haces graffiti, no puedes revelar tu identidad. No solo quería revelar mi identidad con este nuevo proyecto; también quería mostrar mi vulnerabilidad”.
Como artista de la instalación, HOTTEA ha creado una gran cantidad de trabajos sorprendentes para sitios específicos. Si bien estas piezas varían en diseño y tipo de colaboración (New York Fashion Week y “Plaza Sésamo” han comisionado algunas de sus piezas), cada una está inspirada en las memorias del artista, así como su habilidad para compartirlas con otros. “Hay tantos paralelos en la vida que mucha gente puede entender de dónde vengo. Cuando hago un proyecto sobre la pérdida de un ser querido o el sufrimiento que conlleva una relación abusiva, siempre hay alguien que puede sentirse identificado con el mensaje. Cuando hacía graffiti, las únicas personas que podían identificarse eran otros artistas del graffiti. Siento que lo hago ahora tiene la capacidad de llegar a una audiencia mucho mayor y estoy muy consciente de eso”, afirma.
Para poder llegar al mayor número de personas, él confía en el color. “[Es] uno de los pocos lenguajes universales que cualquiera puede entender, independientemente de su nacionalidad o educación”. Además de su característica paleta de colores, su interés por la tonalidad también se ha materializado en instalaciones tanto monocromáticas como metálicas.
¿Qué sigue para HOTTEA? En diciembre, su trabajo se exhibirá en el atrio de SCOPE Miami Beach. Aunque aún no ha revelado sus planes para la feria de arte, una cosa es segura: sus piezas creadas con estambre conmueven a cualquiera. “El estambre evoca tantos recuerdos y sentimientos positivos, que es difícil pensar en estambre y recordar algo malo. Este material nos mantiene calientes en el invierno, calma nuestra alma en un largo viaje en tren y, a menudo, nos recuerda a nuestras abuelas”.