El fotógrafo aéreo alemán Tom Hegen ha dedicado su vida a explorar el impacto del ser humano en el mundo natural. Para bien o para mal, su obra muestra cómo hemos modificado nuestro entorno, lo que a menudo implica cambios irreparables. Su más reciente aventura desde las alturas lo llevó a fotografiar los invernaderos LED de Holanda, que han permitido a los Países Bajos prosperar como líderes en producción y exportación de alimentos.
Al fotografiar a estos gigantes luminosos, Hegen presenta la belleza y el misterio de esta tecnología. Como señala el fotógrafo, la mayoría de las personas no se detiene a pensar de dónde viene su comida o por qué ahora pueden comer un cultivo veraniego –como las fresas– durante todo el año. Al ofrecernos esta mirada desde el aire, Hegen revela un secreto no tan secreto que está teniendo un impacto enorme en nuestros hábitos alimenticios.
Las fotografías en sí son una mirada artística a estas estructuras, y permanecen neutrales en su juicio. Bellamente encuadradas, las imágenes nos muestran un paisaje moldeado artificialmente por el hombre. La serie es una extensión de la exploración de Hegen en el Antropoceno, una era geológica que propone marcar el impacto significativo del hombre en la geología y los ecosistemas de la Tierra.
Tuvimos la oportunidad de hablar con Hegen acerca de los invernaderos LED y su rol en la producción alimenticia del mundo, así como de su experiencia fotografiando esta nueva tecnología. Lee la entrevista exclusiva de My Modern Met a continuación.
¿Cómo descubriste los invernaderos LED de Holanda?
Estaba leyendo un artículo sobre el desarrollo de los alimentos en una revista científica donde se planteaba la idea de cultivar plantas en invernaderos iluminados por luces LED. Me preguntaba cómo se verían estos invernaderos en la oscuridad, si estarían cubiertos, y cómo se integrarían en el entorno circundante. Todo esto me hizo querer visitar la zona.
¿Cómo encajan en tu trabajo general sobre el impacto de los humanos en el planeta?
Como mencioné anteriormente, mi trabajo se basa en el tema del Antropoceno. Una de las principales preguntas que afectará nuestra vida futura en la Tierra será: ¿cómo podemos alimentar a una población mundial en constante crecimiento con recursos cada vez más escasos?
Según las Naciones Unidas, la población mundial pasará de los 7 mil millones y medio de personas actuales a 10 mil millones en 2050. Y a medida que los recursos naturales como las tierras de cultivo y el agua se vuelven más escasos, alimentar al mundo se convertirá en un desafío aún mayor. Estas granjas de interior son un prototipo para experimentar sobre cómo maximizar el rendimiento con poco espacio y recursos limitados.
¿Cuáles fueron tus primeras impresiones al verlos desde el cielo?
Ver el resplandor de los invernaderos brillando en el cielo y reflejándose en las nubes fue algo que nunca antes había visto. Casi luce como si OVNIs hubieran aterrizado en la Tierra.
¿Cuáles son, en tu opinión, los aspectos positivos y negativos de esta tecnología?
Los huertos interiores proporcionan condiciones de crecimiento ideales para plantas como tomates, pimientos o fresas las 24 horas del día y en cualquier tipo de clima, lo que duplica el rendimiento medio de una granja al aire libre. Los Países Bajos son el segundo exportador mundial de alimentos en valor, después de Estados Unidos, que tiene 270 veces su masa terrestre. Los holandeses han creado la zona más avanzada del mundo para la agricultura de ambiente controlado y se han convertido en líderes mundiales en innovación agrícola.
Sin embargo, también hay ciertas consecuencias que este método de cultivo trae consigo, como la contaminación lumínica o el cultivo fuera de temporada y su envío a todo el mundo para que la gente pueda comer fresas durante todo el año. Se han desarrollado normas jurídicas en las que hasta el 98% de la iluminación eléctrica debe estar contenida dentro de una instalación de invernaderos mediante el uso de pantallas y cortinas blackout a lo largo de los muros y los techos.
¿Cómo estimularon estas estructuras tu creatividad?
El contraste de colores brillantes en la noche oscura los hacía muy llamativos. De hecho, este es también el primer proyecto en el que no tomé las fotos directamente hacia abajo. Quería mostrar cómo estos invernaderos llegan hasta el horizonte.
¿Por qué crees que es importante que el público conozca estos invernaderos?
La mayoría de las frutas y verduras que encontramos en nuestros supermercados están disponibles en grandes cantidades y durante todo el año. Es un lujo que damos por sentado. Ni siquiera nos preguntamos de dónde viene, cómo crece y qué necesita para crecer. Buena parte de los tomates que vemos en las tiendas nunca han tocado tierra natural o lluvia. Mostrar estos lugares hace que el círculo de la cadena alimentaria sea más transparente.
¿Qué esperas que la gente aprenda de estas imágenes?
Quiero sensibilizar al espectador sobre lo que se necesita para mantener nuestros lujosos niveles de vida. Estas fotos son para mí un espejo de la sociedad, la economía y la tecnología.
¿Qué otros proyectos tienes en el horizonte?
Actualmente estoy en España, empezando a trabajar en mi nuevo libro de fotografía aérea. Será un proyecto a largo plazo centrado de nuevo en las intervenciones humanas en la naturaleza. El libro probablemente será publicado en 2021.
