El artista del land art Jon Foreman adora crear elaboradas formaciones rocosas en la playa. Su práctica, a la que llama Sculpt the World, presenta rocas acomodadas en forma de remolino, así como círculos gigantescos con rocas de los colores del arcoíris. “Este proceso es mi terapia”, dice Foreman a My Modern Met. “El simple hecho de colocar piedras sobre la arena es muy terapéutico. Estoy seguro de que todo el mundo disfruta de un paseo por la playa, pero este proceso me parece más inmersivo; estar ahí en la naturaleza, perderme en mi trabajo, dejando atrás todas las tensiones del día a día”.
Foreman vive en Pembrokeshire, Gales, donde nunca está lejos de la costa. “Las playas aquí son verdaderamente excepcionales”, explica, “y hay tantas que dudo que haya visitado ni siquiera la mitad de ellas”. Cuando llega a la playa, su plan es pasar cuatro horas (en promedio) construyendo la obra de arte. A menudo, solo tiene una idea parcial de cómo se verá la pieza terminada. “A veces tengo una idea de lo que me gustaría hacer, pero muy raramente lo planeo por completo. Me gusta no saber exactamente cuál será el resultado hasta que esté delante de mí.” Mientras que la idea de trabajar sin un plan podría intimidar a muchos, Foreman encuentra refugio en lo desconocido. Al no tener nociones preconcebidas de lo que creará, es más probable que experimente y desarrolle nuevas facetas de su trabajo.
Al hacer arreglos con piedras, Foreman ha descubierto algunas cualidades inesperadas. Ha notado que la roca, a pesar de su solidez, cambia cuando se agrupa; se vuelve “maleable”, revela Foreman. “Hay tantas maneras de trabajar con la piedra: el color, el tamaño, la forma, el ángulo en el que se coloca, la dirección en la que se orienta; las posibilidades son infinitas. Aunque la piedra no es el único material que utilizo, actualmente es mi favorito, ya que se presta a tantas oportunidades diferentes”.
El land art es efímero por naturaleza, y eventualmente será reclamado por la tierra de la que vino. “A menudo se convierte en una carrera a medida que las olas se acercan”, dice Foreman. “Intento quedarme para ver la obra borrarse y capturar el momento del impacto”. Podría ser un momento triste, pero Foreman elige ver la corta vida de su trabajo como algo bello. “Mi arte se crea utilizando material que está hecho de ese ambiente para ese ambiente. La marea lo arrastra todo hasta el mar, y vuelvo al día siguiente con un lienzo en blanco para trabajar. La gente a menudo me pregunta si me molesta que la obra tenga que desaparecer eventualmente. A eso, yo digo: para nada. En todo caso, el hecho de que sea de corta duración hace que sea más especial para mí.”