Hoy en día, la ciudad turca de Iznik es mejor conocida por su impresionante cerámica; sin embargo, históricamente fue un importante centro cultural durante el periodo bizantino y el principio de la era cristiana. Estas antiguas raíces se hicieron presentes en 2014 cuando una basílica de 1,600 años de antigüedad fue encontrada cerca de la orilla del lago de Iznik.
Increíblemente, estas ruinas antiguas habían pasado desapercibidas hasta que fueron halladas por un grupo de topógrafos del gobierno. Para el Dr. Mustafa Şahin, director de arqueología en la Universidad Bursa Uludağ, fue toda una sorpresa. “Cuando vi por primera vez las imágenes del lago, me sorprendió ver la estructura de una iglesia con esa claridad”, recuerda. “Estaba haciendo exploraciones de campo en Iznik [desde 2006], y no había descubierto una estructura tan magnífica como esa”.
En 2015, Dr. Şahin lideró a un equipo en una expedición submarina para descubrir más sobre esta basílica, que se encuentra a unos dos o tres metros de profundidad y a 50 metros de la orilla. El equipo pudo aprender bastante sobre esta iglesia que data del principio del periodo cristiano. Además de determinar que la basílica es de finales del siglo IV o principios del siglo V durante su expedición, también descubrieron que lo más probable es que fuera construida sobre una estructura preexistente.
Esta era una práctica común en esa época, y explicaría por qué el piso estaba originalmente medio metro más abajo que las paredes. Tampoco encontraron evidencia de pisos de mosaico o piedra, lo que llevó a los investigadores a creer que la estructura existente probablemente tenía un piso de tierra o madera. También encontraron varias tumbas en el lugar, así como los esqueletos de varios niños pequeños y un adulto de mediana edad.
Los entierros en el sitio habrían sido comunes en ese momento, en especial debido a la estrecha conexión de la iglesia con San Neófito. Este santo fue martirizado en Nicea cuando se negó a hacer un sacrificio a los dioses paganos por orden del gobernador. Se cree que la basílica, que fue construida fuera de las murallas de la ciudad, se encuentra en el sitio de la tumba de San Neófito, y no era inusual que los fieles quisieran que sus tumbas estuvieran cerca de la de un santo.
A medida que los arqueólogos continúan con su trabajo, el equipo busca desentrañar otro misterio. El Dr. Şahin cree que el edificio bajo la iglesia puede ser un templo pagano dedicado a Apolo. Los registros antiguos muestran que el emperador romano Cómodo construyó este templo en Nicea a las afueras de las murallas de la ciudad. En las excavaciones se han encontrado monedas y fragmentos de lámparas antiguas cuya fecha coincidiría con la construcción del templo.
Mientras los arqueólogos investigan, ya hay planes para transformar el sitio en un museo submarino para dar a más personas la oportunidad de ver esta maravilla hundida.
En 2014, un grupo de investigadores descubrió una basílica sumergida en el lago Íznik de Turquía.
h/t: [Live Science, Biblical Archeology Review]
My Modern Met obtuvo permiso del Dr. Mustafa Şahin para reproducir estas imágenes.
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