El escultor Lorenzo Quinn regresa triunfante a Venecia con otra instalación monumental, en la que seis pares de manos se unen sobre el histórico Arsenal de la ciudad para crear un puente de unidad. Con más de 15 metros de alto y 19 de largo, Building Bridges es una espectacular adición a la ciudad durante la Bienal de Venecia. Para Quinn, esta pieza representa su retorno después de que su escultura Support, que expuso en esta ciudad en 2017, fuera aclamada en todo el mundo.
Mientras que las manos de Support hablaban de la naturaleza dual de la humanidad y de su capacidad de ser creativa y destructiva a la vez en términos del medio ambiente, Building Bridges se centra por completo en lo positivo. En una época en la que se levantan muros para dividirnos, Quinn busca difundir un mensaje de unidad y paz en una ciudad construida sobre puentes.
“Cada par de manos de la escultura celebra uno de los seis valores humanos universales: Amistad, para construir juntos el futuro; Sabiduría, para tomar decisiones mutuamente beneficiosas; Ayuda, para cimentar relaciones duraderas; Fe, para confiar en tu corazón y en tu autoestima; Esperanza, para perseverar en esfuerzos que valen la pena; y Amor, el propósito fundamental de todo esto”, afirma el escultor, quien es hijo del actor ganador del Oscar Anthony Quinn.
Cada par de manos expresa estos valores a través del tacto. Ya sea que se estén rozando o apretándose con fuerza, los grupos forman una expresión innegable que se entiende de manera universal. La fuerza, el amor y la empatía relucen a lo largo de toda la escultura, por lo que seguramente atraerá la misma atención que hizo de Support una de las instalaciones más populares de la Bienal de Venecia de 2017.
El tema inclusivo de la pieza también se relaciona con su ubicación en el Arsenal. La poderosa República de Venecia construyó su flota naval a partir del siglo XII en este histórico astillero, y sus barcos ayudaron a convertir a la ciudad en una importante sede comercial. La reputación de Venecia como una ciudad que reúne a personas de todas partes, ya sea a través del comercio o del turismo, se alinea perfectamente con el deseo de Quinn de ver a un mundo unido a través de las culturas.