Mientras la mayor parte del mundo veía desde lejos cómo una marea récord inundaba Venecia, la fotógrafa Natalia Elena Massi corrió a la escena con su cámara en mano. Lo que encontró fue una escena surrealista y mágica. Mientras el agua invadía su ciudad, los venecianos pusieron manos a la obra y se unieron para garantizar la seguridad de todos. Como las aguas alejaron a los turistas, las calles y plazas, normalmente abarrotadas, se quedaron en silencio. Así nació una oportunidad artística única que, por suerte para nosotros, Massi no pudo dejar pasar.
Curiosamente, la parte más difícil para Massi fue algo aparentemente simple: caminar. “No había pensado en lo difícil que sería”, le dice a My Modern Met. “Imagina caminar durante horas con el agua por encima de las rodillas. Y las ‘botas altas' que compré cuando llegué a la laguna—mis botas de lluvia sólo llegaban hasta mis rodillas; no eran suficientes para cubrirme—deberían haberme cubierto hasta la mitad del muslo. Sin embargo, al cabo de sólo media hora les salieron agujeros y el agua comenzó a filtrarse por todas partes, lo que dificultó aún más la caminata. Así que tuve que detenerme varias veces para vaciar las botas hasta que finalmente decidí quitármelas por completo”.
A pesar de estas dificultades, Massi deambuló por la ciudad y capturó desde la emblemática Plaza de San Marcos hasta pequeños callejones, todo bajo el agua. Además de estas imágenes, donde casi no aparecen humanos, la fotógrafa retrató a la comunidad en acción. Cada fotografía habla del espíritu de los venecianos, quienes se detienen a ayudar a otros o simplemente se acomodan las botas y siguen con su vida. Fue este sentimiento de comunidad lo que más conmovió a Massi.
“Conocí a gente increíble, personas orgullosas y valientes que no se sienten derrotadas ante la inundación”, comparte Massi. “La mayoría de las tiendas estaban cerradas. Las que estaban abiertas recibían a la gente para protegerlos del clima. Algunos de ellos se preparaban para reabrir sus locales, mientras que otros intentaban proteger a la población local bombeando agua para mantener la creciente marea bajo control. Muchos hombres permanecieron en las puertas de entrada para vigilar el nivel de la marea. Esperaban 160 centímetros y todos estaban alertas”.
Aunque las fotografías son muy llamativas, también son un triste recordatorio de que es probable que estas grandes inundaciones se conviertan en algo común. La belleza de las imágenes no puede evitar ser contrarrestada por el miedo a lo que se avecina. Es esta mezcla de miedo, incredulidad, asombro, emoción y tristeza lo que Massi espera transmitir a través de esta serie, inmortalizando un momento muy importante en la historia de la humanidad.
Natalia Elena Massi documentó las inundaciones récord que se produjeron en Venecia en noviembre de 2019.
El agua se elevó hasta 1.80 metros y cubrió el 85% de la ciudad.