Foto: Fotos de stock por Anna LoFi/Shutterstock
Después de 240 días de intensos incendios, el estado de Nueva Gales del Sur, en Australia, por fin se ha librado de las llamas. Esta es una gran noticia, ya que tanto los habitantes de esta zona como la vida silvestre han sufrido pérdidas irreparables. La situación mejoró desde enero gracias a las lluvias de la temporada, pero fue hasta el 13 de febrero que el departamento de bomberos declaró que todos los incendios se habían apagado.
“Por primera vez desde principios de julio de 2019, no hay incendios forestales o de pastizales activos en Nueva Gales del Sur”, publicó en Twitter el servicio de bomberos rurales de Nueva Gales del Sur. “Eso equivale a más de 240 días de actividad de incendios en el estado”. Este anuncio triunfal tuvo lugar después de que los bomberos pasaran meses combatiendo el fuego, que afectó todos los estados de Australia.
Si bien hay una temporada de incendios en Australia cada verano, el último año ha sido particularmente catastrófico. Más de 3,000 hogares fueron destruidos y miles de millones de animales fallecieron o perdieron sus hábitats a causa de las llamas. Esto provocó que los hospitales de animales se saturaran y que el gobierno tuviera que distribuir toneladas de comida para los animales hambrientos en la naturaleza.
For the first time since early July 2019, there is currently no active bush or grass fires in #NSW. That’s more than 240 days of fire activity for the state. #nswfires #nswrfs pic.twitter.com/NpjF3lAHKa
— NSW RFS (@NSWRFS) March 2, 2020
Aunque el alivio llegó con la lluvia torrencial, otros problemas–como los fuertes vientos y las inundaciones–causaron aún más daño. A pesar de ello, las comunidades se unieron para recaudar fondos, y ciudadanos y mascotas heroicas ayudaron a rescatar a animales vulnerables. Ahora que los incendios han terminado oficialmente, el país puede comenzar el proceso de reconstrucción. Por otro lado, quienes tienen propiedades se enfrentan a decisiones difíciles sobre cómo y dónde reconstruir, ya que el gobierno debate si algunas comunidades de alto riesgo deberían o no ser clasificadas como zonas prohibidas para nuevas construcciones.
El gobierno también ha emitido un nuevo plan de respuesta sobre los efectos de los incendios en especies amenazadas y zonas naturales. Los equipos planean reevaluar rápidamente las necesidades de conservación en las áreas y especies afectadas con el fin de priorizar la ayuda, así como trabajar con el público en general y las comunidades indígenas para la prevención de incendios futuros y los esfuerzos colaborativos para recuperar la biodiversidad. Aunque el proceso de reconstrucción tomará tiempo, hay esperanza en que Australia pueda tomar las enseñanzas de estos devastadores incendios forestales y las ponga en práctica antes de la próxima temporada de calor.
h/t: [CNN]
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