Aunque este periodo de incertidumbre ha sido un reto para todo el mundo, también hemos presenciado momentos de compasión, renovación y persistencia que nos han ayudado a sobrellevar la pandemia del coronavirus. Historias como las de especies de animales que vuelven a su hábitat (debido a la falta de tráfico industrial) pueden levantarnos el ánimo incluso en nuestros momentos más difíciles. Un proyecto que ha restaurado nuestra fe en la humanidad recientemente viene de Pakistán. El primer ministro Imran Khan, quien puso en marcha la iniciativa 10 Billion Trees Tsunami en 2018 para ayudar al país a contrarrestar los efectos del cambio climático, ha hecho que esta iniciativa de reforestación sea instrumental una vez más; y esta vez, también está ayudando a combatir los efectos sociales y económicos del virus en la población de Pakistán.
Según el Índice de Riesgo Climático Mundial de 2020, Pakistán ocupa el quinto lugar en una lista de países que se han visto más afectados por el calentamiento global en los últimos veinte años. Entre 1999 y 2018, el país registró de más de 150 fenómenos meteorológicos extremos (olas de calor, sequías, inundaciones, etc.) y, según las proyecciones, este número seguirá aumentando a medida que la situación climática mundial empeora. El proyecto 10 Billion Trees Tsunami tiene por objeto plantar 10,000 millones de árboles en todo el paisaje desértico en un periodo de cinco años.
Bare rooted nursery at Upper Kohistan Forest division raised under #10BillionTreeTsunami #10BTTP @aminattock @IshtiaqUrmarPTI @anikasleem @ClimateChangePK pic.twitter.com/wOwaqCZI6u
— Ten Billion Tree Tsunami (@btap2015) May 8, 2020
Aunque Pakistán ha estado en cuarentena desde el 23 de marzo para ayudar a mitigar la propagación del virus, el primer ministro ha hecho excepciones para los jornaleros asociados a este proyecto. Además, ha contratado a 63,000 trabajadores que han quedado desempleados debido a los cierres para continuar con la reforestación. Los trabajadores reciben una compensación de entre 500 y 8,000 rupias (entre 7 y 106 dólares) al día, lo que equivale a aproximadamente la mitad de sus salarios habituales, pero sigue siendo una ayuda para una fracción de la población desempleada en Pakistán.
Para proteger a sus trabajadores, el gobierno ha ordenado que los plantadores deben usar cubrebocas y mantenerse a 1.8 metros de distancia unos de otros mientras están en el campo. Sin embargo, los efectos positivos de estos esfuerzos ya se están sintiendo: sólo en la zona del Punyab se han plantado unos 30 millones de arbolitos nativos desde el comienzo de esta campaña. Este año, el plan de forestación espera plantar 50 millones de árboles.
Esta iniciativa ha generado discusiones sobre el restablecimiento de programas como el Cuerpo Civil de Conservación en los Estados Unidos—un programa que nació del New Deal del presidente Roosevelt y que tenía como objetivo ayudar a aliviar el desempleo en los años 30 mediante la contratación de personas para la realización de obras públicas. Para Malik Amin Aslam, asesor del primer ministro para el cambio climático, esta situación “nos ha enseñado la valiosa lección de que cuando inviertes en la naturaleza no sólo se te devuelve, sino que también puede rescatarte en una situación económica estresante”.
Puedes seguir el hashtag #Plant4Pakistan en las redes sociales para ver actualizaciones sobre el progreso de la campaña 10 Billion Tree Tsunami mientras luchan contra el cambio climático.
When you protect #Nature it always pays you back – #AssistedNaturalRegeneration of indigenous #Deodar covers the floor in #Chitral – under #10BillionTreeTsunami community based closures pic.twitter.com/ubnXzTWJ0Q
— Malik Amin Aslam (@aminattock) May 8, 2020
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h/t: [Upworthy]
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