La película surcoreana Parásitos (o Parasite en inglés) ha cautivado la imaginación del público y de la crítica por igual. En la 92º entrega de los premios Óscar, esta comedia/thriller se llevó cuatro premios, incluyendo el de mejor película. Sin embargo, hubo una categoría en la que estuvo nominada pero no ganó: mejor diseño de producción. Considerando el trabajo detrás de la creación del lujoso hogar de la familia Park, es una sorpresa que no ganara también en esta categoría.
Al ver Parásitos, uno podría pensar que la casa de la película es un hogar real que ya existía antes de comenzar el rodaje. Sin embargo, la mansión fue construida específicamente para la película y se componía de cuatro sets diferentes que fueron unidos a través de técnicas cinematográficas y pantallas verdes. La apertura del espacio es un aspecto vital de la historia; el set está lleno de líneas divisorias que permiten a los personajes ocultarse y espiarse unos a otros—una faceta más de esta fascinante película.
“Tuve que diseñar meticulosamente la casa en sí”, reveló el director Bong Joon-ho en una entrevista con IndieWire. “Es como un universo propio dentro de la película. Cada personaje y cada grupo tiene espacios que pueden invadir e infiltrar, y también hay espacios secretos que no conocen”.
Parásitos es una película sobre clases sociales, y su diseño de producción está en línea con ese tema. “Como la historia se trata sobre los ricos y los pobres, obviamente es un enfoque que tuvimos que tener en cuenta a la hora de diseñar el sonido y la iluminación”, explicó Bong. El hogar de la familia rica está orientado en dirección al sol para darles acceso a la mayor cantidad de luz natural posible. En el semisótano de la familia pobre, las cosas son diferentes. “Entre más pobre eres, menos acceso tienes a la luz natural, y así también son las cosas en la vida real: el acceso a las ventanas es limitado”.
Aunque la magia del cine hizo posible que cuatro sets diferentes lucieran como una sola estructura, los objetos de la casa de los Park no solo parecen caros: en verdad lo son. La mesa del comedor está valuada en 22,300 dólares y el arte en los muros tenía un valor de casi 200,000 dólares en total. Para rematar, el cubo de basura costaba 2,300 dólares—un verdadero despilfarro que solo puede permitirse alguien con mucho dinero.
El hogar de los Park en Parásitos luce como una sola estructura, pero no es así.
La mansión fue construida específicamente para la película y se componía de cuatro sets diferentes que fueron unidos a través de técnicas cinematográficas y pantallas verdes.
Los resultados son espectaculares y se convirtieron en un aspecto vital de la historia.
Parasite: Sitio web
h/t: [Vulture, IndieWire]
Todas las imágenes vía NEON.
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