Durante mucho tiempo, Rehan Staton, de 24 años, pensó que nunca iría a la universidad. El joven se había enfrentado a numerosos rechazos en el pasado y estaba seguro de que su futuro se encontraba en otro lugar. Por lo tanto, dudó a la hora de a abrir el correo electrónico que recibió de la Facultad de Derecho de Harvard. Lo que no sabía es que le esperaba una carta de aceptación para hacer su posgrado en la prestigiosa universidad. “Fue probablemente el momento más surrealista de mi vida”, admite. “Después de pasar por todo lo que pasamos como familia, sentí que entramos en Harvard, y no puedo ni explicarlo. Fue un logro de ‘nosotros'”. Aunque ser aceptado en Harvard le ofrece la posibilidad de un futuro brillante, no hace mucho tiempo las circunstancias de Rehan no eran tan optimistas.
Cuando tenía 8 años, el mundo de Rehan fue puesto de cabeza después de que su madre los abandonara y se fuera del país. Ese sería el principio de una época muy difícil para él y para su hermano mayor, Reggie Staton. La mala racha siguió cuando el padre de Rehan perdió su trabajo, y tuvo que tomar tres trabajos diferentes para mantener a la familia a flote. Tristemente, a pesar de los esfuerzos de su padre, las presiones financieras llevaron a la familia a caer en la pobreza.
“Recuerdo que cuando estaba en el 7º grado nos cortaron la electricidad incontables veces y no teníamos mucha comida. ¿Recuerdas que ese fue el año en que mis maestros trataron de ponerme en educación especial por mis malas notas? ¿Cómo se supone que me iba a concentrar bajo nuestras circunstancias?”, cuenta Rehan en una carta pública en Facebook dirigida a su hermano Reggie.
Aunque él también era joven, Reggie buscó formas de mantener a Rehan alimentado, para ayudar a mejorar sus notas. Las notas de Rehan sí mejoraron y eventualmente se convirtió en estudiante de honor. Pero con el tiempo, su atención comenzó a dirigirse hacia los deportes. Reggie empezó a entrenar con su hermano menor de inmediato para ayudarlo a alcanzar sus metas deportivas, lo cual logró. Sin embargo, una desgracia adicional le esperaba a Rehan cuando comenzó a tener problemas físicos. Su sueño de obtener una beca deportiva pronto se volvió inalcanzable, y las cartas de rechazo de las universidades también comenzaron a llegar.
Desilusionado, Rehan empezó a trabajar recolectando basura y limpiando contenedores, todo con la intención de ayudar a su padre a pagar las cuentas. Los compañeros de trabajo de Rehan—muchos de los cuales habían estado en la cárcel—no tenían más que palabras constructivas para el joven y su futuro. “Fue la primera vez en mi vida que un grupo de personas me empoderó, me elevó, me dijo que era inteligente. Creí en lo que me decían y estaba listo para ir a la escuela”. Sin embargo, las obligaciones financieras de su familia no dejaban mucho espacio para que Rehan empezara ir a clases.
Entonces Reggie, quien vio el potencial de su hermano, hizo un sacrificio enorme: dejó la universidad para que Rehan pudiera asistir en su lugar. Él se ocuparía de las obligaciones financieras de la familia mientras su hermano pequeño continuaba con su educación. Rehan obtuvo un GPA de 4.0 e ingresó a la Universidad de Maryland.
Pero una vez más, la familia tuvo que enfrentarse a otra desgracia cuando su padre sufrió un derrame cerebral. Rehan siguió trabajando como recolector de basura mientras estudiaba. Su día empezaba a las 4 am, trabajando antes del inicio de sus clases.
“Ver a mi padre trabajar en cualquier lugar entre uno y tres trabajos, renunciando a toda su vida social solo para cubrir mis necesidades básicas y las de mi hermano—tenía hambre, si eso tiene sentido”, comenta Rehan. “Tenía mucha hambre, pero al mismo tiempo solo quería tener éxito”.
Gracias a su persistencia, Rehan recibió numerosos premios y se convirtió en el orador principal de su graduación. Después de graduarse, trabajó mientras estudiaba para su examen LSAT, un requisito para ser admitido en un posgrado de derecho. Su puntaje fue mayor al del 80% de quienes presentaron el examen. El joven aplicó de nuevo a programas de escuelas de derecho, pero esta vez recibió un mar de cartas de aceptación.
La historia de Rehan a menudo se interpreta como una historia inspiradora de un “hombre hecho a sí mismo” lleno de ambición, pero él siente que el verdadero detonante de su éxito fue una comunidad de apoyo, y en particular el amor de su hermano.
Rehan Staton es un joven que trabajaba como recolector de basura y que jamás imaginó poder ir a la universidad.
Ahora acaba de ser aceptado para realizar un posgrado en la Escuela de Derecho de Harvard en otoño de 2020.
Rehan Staton y Reggie Staton (hermano) con la carta de aceptación de Harvard de Rehan
El diligente joven escribió una sincera carta de agradecimiento a su hermano, Reggie Staton.
Rehan Staton: Facebook
My Modern Met obtuvo permiso de Rehan Staton para reproducir estas imágenes.
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