La ciudad de Nara es un destino turístico muy popular en Japón. Aunque tiene muchos templos antiguos y obras de arte de importancia histórica, es mejor conocido por el Parque de Nara, donde los visitantes pueden interactuar con los ciervos sagrados de esta ciudad. Desafortunadamente, los animales a menudo se enferman y, en ocasiones, mueren después de comer los desechos plásticos que dejan los turistas. Tras la muerte de al menos 14 ciervos que fueron hallados con plástico en el estómago, un empresario local decidió desarrollar una alternativa comestible.
Hidetoshi Matsukawa, un comerciante de cosméticos y presidente de Nara-ism (un agente mayorista de souvenirs), es uno de los tres diseñadores detrás de las bolsas Shika-gami (papel de ciervo). Esta bolsa ecológica se compone de una alternativa a los plásticos que habitualmente se encuentran en las bolsas. En lugar de utilizar este material dañino, Matsukawa optó por basar su diseño en las galletas con las que los turistas alimentan a los ciervos del parque: Shika Sembei. Así, decidió usar los bocadillos para ciervos (que son desarrollados por el parque para ayudar a los visitantes a interactuar de manera segura con los animales) tras enterarse de los ciervos que murieron por comer plástico. “Quería hacer algo para proteger al ciervo, el símbolo de Nara”, le dijo a CNN. Tras la idea inicial, se puso en contacto con amigos de industrias que podrían ayudar a producir una alternativa.
En colaboración con Takashi Nakumara, propietario de un negocio de papelería, y Kiyoshi Ogawa, director de una firma de diseño e impresión, Matsukawa utilizó el salvado de arroz de las galletas de ciervo y pulpa de cartones de leche reciclados para crear el nuevo material. En el camino, el equipo descubrió un beneficio adicional. “Aprendimos que el salvado de arroz se desperdicia principalmente en el proceso de pulido del arroz. Así que este papel también ayuda a reducir ese desperdicio”, dijo Matsukawa. El equipo también consiguió que los Laboratorios de Investigación de Alimentos de Japón analizaran su producto para garantizar que fuera seguro para los animales.
Además de la innovación que representan estos materiales, estas bolsas comestibles también están decoradas con hermosas ilustraciones minimalistas. El frente de la bolsa incluye un ciervo con una marca en forma de corazón y un mensaje que pide a los turistas respetar el lugar y los animales que lo habitan. Matsukawa cree que esta iniciativa puede crear conciencia entre los visitantes y se convertirá en parte de la solución, además de reducir el uso de plásticos.
Esta bolsa ecológica sigue evolucionando y mejorando, ya que Matsukawa y sus socios trabajan para refinar la producción y reducir el costo de su producto. Mientras tanto, varias empresas locales ya han adoptado esta iniciativa para apoyar la misión impresa en las bolsas: “Proteger el medio ambiente y a los ciervos”.
Tras enterarse de la muerte de 14 ciervos que ingirieron plástico, Hidetoshi Matsukawa decidió crear una bolsa más ecológica (y amigable) para salvar a estos animales.
La bolsa shika-gami que él desarrolló está hecha de salvado de arroz de galletas para ciervo y pulpa de cartones de leche reciclados.
Los primeros en adoptar las bolsas incluyen empresas locales que apoyan la misión impresa en las bolsas: “Proteger al medio ambiente y a los ciervos”.
h/t: [The Mainichi]
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