Cuando el asesinato de George Floyd provocó protestas en todo el mundo, el artista callejero Tristan Eaton decidió mostrar su solidaridad y apoyo al movimiento Black Lives Matter. Su estudio se encuentra en el barrio de Highland Park de Los Ángeles y descubrió que una marcha se dirigía a la zona. Eaton también se dio cuenta de que los propietarios de negocios locales habían tapiado sus ventanas como medida de precaución, y vio una oportunidad para pintar en estos lienzos en blanco. Eaton se puso en contacto con Café de Leche y les propuso hacer un retrato de Martin Luther King Jr. en las tablas de madera que cubrían su tienda.
En el transcurso de una tarde, Eaton creó un poderoso retrato del Dr. King. Este retrato monocromático hecho con pintura en aerosol incluía las palabras “justicia” e “igualdad” escritas a lo largo de toda la composición. Su trabajo sí tuvo un impacto; durante las manifestaciones antirracistas en Highland Park, muchos manifestantes se detuvieron y se arrodillaron para honrar a Floyd.
Lamentablemente, el mural del Dr. King no duró mucho. Una noche, una mujer puso pintura blanca en su cara y escribió insultos sobre ella. Eaton, sin embargo, no se inmutó. Al enterarse de que el retrato había sido pintarrajeado, regresó poco después y creó otro cuadro. Esta vez era de Malcolm X. El retrato sonriente, que ahora incluye las frases “no justice” y “no peace” (que juntas quieren decir algo como “sin justicia no hay paz”), tiene otro detalle en el fondo: los nombres de personas negras asesinadas por la policía escritos en un estilo de graffiti por Korea de LTS Crew. La pieza de arte callejero sigue en pie y a la vista en la intersección de Avenue 50 y York Boulevard.
Hablamos con Eaton sobre la creación de estos dos murales y del papel que el arte público juega en la expresión de nuestra humanidad. Sigue hacia abajo para leer la entrevista exclusiva de My Modern Met, que ha sido editada y condensada para mayor claridad.
¿Cómo surgió tu mural de Martin Luther King Jr.?
La razón por la que lo pinté fue porque al principio de todas las protestas de Black Lives Matter—cuando las cosas eran bastante intensas—había muchos perturbadores que se unían a las protestas para hacer saqueos y todo tipo de cosas violentas que estaban cambiando el tono de las manifestaciones antirracistas. Y mientras la mayoría de las tiendas de Los Ángeles cerraban sus puertas, oí que Highland Park, donde está mi estudio, sería sede de una protesta. Pensé: “Bien, tenemos que hacer algo más grande, visualmente, para mostrar nuestra solidaridad”. Fui al local de al lado y le pregunté a la cafetería (Café de Leche) si querían que pintara sus tapias. Y me dijeron: “Ok, genial. Hazlo”.
Así que literalmente lo pinté en un día. Creo que en medio día, incluso. Empecé alrededor de las 2 PM y pinté a Martin Luther King. Y todavía estoy feliz de haberlo hecho porque cuando llegó la protesta, la marcha entera era de unos pocos miles de personas. Fue una muy buena asistencia y todos se detuvieron en la esquina justo frente a mi mural e hicieron un momento de silencio y se arrodillaron. Fue un gran y hermoso momento.
Cuando pintarrajearon el mural, ¿cómo fue que decidiste pintar a Malcolm X?
Me había levantado muy temprano en casa para ver el documental de James Baldwin I Am Not Your Negro y mientras lo veía (en un proyector en mi casa), hay una sección en la que habla de Malcolm X. Y al llegar a esa sección, le puse pausa y tomé una foto porque hay un retrato de él que no había visto antes en el que aparece sonriendo.
Unos 45 minutos después, recibí el mensaje de que el mural de MLK había sido pintarrajeado. Le dije al dueño del edificio: “Está bien, estaré allí en media hora”. Así que tomé la foto de la pantalla del proyector, la imprimí, conduje hasta mi estudio, tomé mis pinturas y lo pinté al mediodía. Y supe que quería pintar a Malcolm X sobre ella porque hay una especie de tema, que es una protesta pacífica y querer un cambio. La gente está cansada de esperar el cambio, así que ahora es el momento de exigirlo. Sentí que pasar de MLK a Malcolm X encajaba con ese tono.
¿Tuviste ayuda extra para realizar el mural de Malcolm X, cierto?
Pinté el retrato, y hay un artista que trabaja para mí que es un escritor de graffiti llamado Korea de LTS Crew. Le pedí que pintara los nombres de las víctimas de la violencia policial en el fondo.
¿Qué papel juegan los murales, y el arte callejero en general, en nuestra sociedad?
Hay un enorme espectro cuando se trata de arte público, arte callejero, etc. Tienes de todo, desde esculturas gigantescas y murales públicos gigantescos hasta el caos salvaje de los graffitis y arte callejero ilegal. Todos ellos son chispas de vida y humanidad en un paisaje de ladrillo y cemento.
Creo que en el fondo, el arte público recuerda a la gente que estamos vivos y que somos humanos y creativos. Cuando vivimos en estos paisajes de ciudad que son tan sombríos, aburridos y deprimentes, puede ser un salvavidas ver una explosión de color y recordarnos que el mundo está hecho a mano. Puedes cambiar el mundo de una manera simple con solo pintarlo.
Creo que ese hecho es inspirador, pero además, el arte público puede contar historias, y las historias son la forma en que nos identificamos y conectamos unos con otros. Eso es importante porque el arte público también puede conmemorar momentos históricos y personas históricas. Y eso es importante para nosotros también, para nuestra identidad y para el orgullo de lo que somos, y el simbolismo de qué tipo de personas queremos ser.
(continuación) Cuando levantamos una estatua de un soldado confederado o de un propietario de esclavos confederado, eso tiene poder. Muestra lo importante y poderoso que puede ser el arte público—muchas de esas estatuas no fueron erigidas en el siglo XIX; fueron erigidas entre los años 40 y 70 y como respuesta directa a lucha por los derechos civiles. Estos racistas pueden decir: “Así es como pensamos que debería ser ahora”. Creo que es hora de un cambio radical.
Me alegra ver que la bandera confederada será retirada de la bandera del Mississippi. Me alegra ver que todas estas cosas cambian porque son símbolos de una nación racista y esclavista. Es hora de hacer un análisis profundo de eso, y el simbolismo visual es una forma de avanzar en un nuevo mundo después de que los cambios han ocurrido.
Muchos artistas como yo tienen la responsabilidad de contribuir a ese tejido social y de crear imágenes que apoyen esas ideas. Hay cosas que quieres decir y para las que no tienes palabras. Y por eso pintamos.
¿Ha cambiado algo para ti desde que hiciste el mural?
Varios artistas negros se han acercado a mí para preguntarme cómo seguir adelante o cómo ascender en este mundo del arte público y arte callejero. Y la verdad es que mucha de la gente que organiza proyectos de murales, festivales de murales, etc., están desesperados y hambrientos por tener más diversidad, más mujeres, o gente de color en este campo.
Me siento muy orgulloso de decir que ayudo a los artistas más jóvenes. Ayudo a todo tipo de artistas que necesiten ayuda. Y, desde que hice los murales, hay un montón de artistas jóvenes que se me han acercado y es genial poder conectarlos con personas que producen murales. No hay suficiente gente de color haciendo murales. No hay suficientes mujeres haciendo murales.
¿Qué más has estado haciendo? ¿Tienes algún proyecto emocionante en el horizonte?
Hice un proyecto para recaudar dinero para el Museo del Graffiti en Miami. Está dirigido por Alan Kat y Mayer, dos artistas de color que fundaron el museo. Hace años, hice una pintura sobre las Panteras Negras que explora la historia detrás de las protestas. La idea era recordar a la gente que protestar está en nuestra sangre. No es nada nuevo. Así es como se producen los grandes cambios. A partir de esa pintura hice impresiones para recaudar fondos para el Museo del Graffiti, y nos fue muy bien. Recaudamos 18,000 dólares para ellos.
Ahora mismo estoy planeando un mural en Nueva York. Tengo algunas paredes que he estado pintando desde hace unos 10 años en Williamsburg y las estoy usando ahora mismo para presentar el trabajo de tres artistas negros.
(continuación) También he estado creando obras de arte para Montefiore, el principal hospital del Bronx que estuvo en el epicentro del brote del COVID-19 en Nueva York. El trabajo que he hecho para ellos está en un mural de 13 pisos del Madison Square Garden. Fue un proyecto genial donde pude mostrar el apoyo positivo a todas las enfermeras y paramédicos de Nueva York.
Mi equipo y yo somos muy afortunados. Hemos perdido muchos proyectos, por supuesto, pero hemos ganado muchos otros muy especiales al mismo tiempo.
Tristan Eaton: Sitio web | Instagram | Facebook
My Modern Met obtuvo permiso de Tristan Eaton para reproducir estas imágenes.
Artículos relacionados:
Artistas recuerdan a Breonna Taylor con un mural de 650 metros cuadrados [Entrevista]
Artistas callejeros de todo el mundo rinden homenaje a George Floyd